¿El amor puede combatir el alcoholismo?

El alcohol es una droga legal y bien aceptada dentro de la sociedad, ya que se considera un mecanismo para socializar, pero, ¿qué sucede cuando se convierte en enfermedad? Aún peor, ¿cómo afecta a la relación de pareja?

Las adicciones, como el alcohol, cigarro e, incluso, el trabajo, repercuten de manera negativa en la relación de pareja. No sólo se vuelve una herramienta de destrucción personal sino también para otros. La gran mayoría de las parejas de alcohólicos tratan, por todos los medios, de que el compañero disminuya el consumo de esta droga legal, sin darse cuenta que están generando una codependencia hacia el enfermo.

La relación en pareja empieza a girar sobre determinados pensamientos: ¿llegará tomado?, ¿por qué bebe?, ¿me ama?

Cada reunión se convierte en un asunto de inseguridad y temor, ya que se desconoce cómo actuará el otro, cuánto tomara y si su respuesta a ser controlado será agresiva. La relación de pareja se transforma el algo estresante y depresivo.

Sin embargo, existen algunas acciones que se pueden realiza para evitar que el enfermo destruya la vida de la pareja y por consiguiente la relación:

1. Reconocer que existe un problema. La pareja del adicto debe entender que su compañero tiene un problema de adicción hacia el alcohol.

2. Aceptar que jamás cambiará por amor. La persona no dejará de beber  por promesas ni porque el otro  se lo pida.  

3. Ambos necesitan apoyo especializado. Son compañero y en este problema ambos son afectados.

4. No eres culpable. El enfermo siempre tratará de depositar la responsabilidad en el otro de su problema.

5. Límites. A veces lo mejor es poner límites, separarse por un tiempo no perjudica, puede que ayude a la situación.

El alcohol, es una droga legal, pero no deja de ser droga. Una sustancia que daña y lástima, no sólo al que la consume sino también a su pareja y familia. Cuídate y amate.