Ozono descontrolado

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El riesgo de morir debido a una enfermedad respiratoria es mayor del 30 por ciento en las áreas metropolitanas con altas concentraciones de ozono/ Cortesía: Photos.com

La concentración de ozono en las principales ciudades del país y en la Zona Metropolitana del Valle México es preocupante. Esta última tiene el mayor índice de emisión de contaminantes por año, le siguen Monterrey, Guadalajara y Ciudad Juárez. ¿Por qué es tan complicado mantener bajo control a un contaminante tan molesto?

 

Hace unas décadas, el aire de la capital era compatible con la salud. Sin embargo, a partir de 1960, el desarrollo de la ciudad aceleró el crecimiento vehicular y el ambiente cambió por factores como la emisión de contaminantes, por la combustión de gasolinas con alto contenido de tetraetilo de plomo (aditivo que permite incrementar su calidad antidetonante).

 

En los años 80 se modificó el contenido de plomo en las gasolinas y se implementaron medidas para mejorar la calidad del aire. Esto permitió la disminución paulatina del compuesto tóxico, recordó Humberto Bravo, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.

 

No obstante, el investigador y su grupo de trabajo detectaron que las nuevas gasolinas mejoradas con hidrocarburos (compuestos orgánicos volátiles), en combinación con la altura y el clima de la capital, originaron un problema ambiental que a la fecha es motivo de alerta: la concentración excesiva de ozono.

 

“Nuestra norma de calidad del aire establece que la concentración de ozono no debe rebasar las 0.11 partes por millón (ppm) en una hora al día, por año y durante tres años consecutivos. Cuando se mantienen esos niveles, la calidad del aire es buena.

 

“En la capital se registraron  mil 200 horas en 1986; 20 años más tarde se llegó a 60 horas, y en 2009 cerca de 140 días en los cuales se rebasó la norma”, explicó el especialista en ingeniería ambiental.

 

El control del ozono es posible, experiencias en otras ciudades lo demuestran. La ciudad de Los Ángeles, California, alcanzó los máximos niveles de ozono en los años 70, por tanto, modificaron el contenido de plomo en las gasolinas. Hoy se mantiene en los  niveles permisibles, dijo.

 

En México, destacó, se han realizado acciones adecuadas: tenemos una buena red de monitoreo de la calidad del aire, se estableció el índice IMECA para informar a la población, pero ha fallado la educación vial y ambiental”.

 

El especialista subrayó que los principales efectos adversos de las altas concentraciones de ozono van desde cambios transitorios de la función pulmonar, impacto en el desempeño físico-atlético, aumento en la incidencia de enfermedades respiratorias, pulmonares, alergias y síntomas oculares.

 

La revista The New England Journal of Medicine publicó en 2009 los resultados de un estudio estadounidense que evaluó el impacto del ozono en la salud respiratoria de una muestra de la población durante 18 años. De acuerdo con los resultados, el riesgo de morir debido a una enfermedad respiratoria es mayor de 30% en las áreas metropolitanas con altas concentraciones de ozono.

 

Por todo ello, las autoridades recomiendan a la población limitar el uso del automóvil y abstenerse de realizar actividades al aire libre cuando los niveles de éste y otros contaminantes se disparan, concluyó Humberto Bravo.

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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