Medicina y humanismo a partir del siglo XX

Con el propósito de crear y fomentar un espacio de reflexión en materia de salud y vida, el Hospital Juárez del Centro y el Comité Institucional de Bioética llevan acabo el Ciclo de Conferencias Magistrales de Bioética 2010, donde participan en la exposición, profesores de reconocida trayectoria en el campo.

Cada último jueves de mes se llevan acabo conferencias en el Auditorio “Dr. José Castro Villagrana”, dónde este 29 de Julio, el doctor Carlos Viesca Treviño, coordinador del posgrado de Bioética en la UNAM, impartió la conferencia del mes titulada “La práctica médica y el ejercicio de la virtud”.

A lo largo de la ponencia, el especialista indico que la “virtud” es un término griego que hace referencia a la fuerza y la enjundia para lograr un objetivo. Hizo hincapié en la importancia del individuo para llegar a la excelencia, como una decisión inteligente y libre en la ejecución de una acción en concreto.

Se retomó que la ética es una reflexión filosófica de la moral, misma que no existe como única, sino que es variable en cuánto a la evolución histórica, permitiendo o prohibiendo cosas nuevas dependiendo del contexto en dónde se encuentre.

“Si se habla de medicina, no se debe dejar de hablar de humanismo” mencionó el expositor, “una ética médica no es asociable a un credo religioso o creencia determinada”. A partir del siglo XX, el humanismo no puede ser ya excluido del campo de la medicina, gracias a que existen transformaciones en las definiciones en la ciencia que lo han cambiado.

Genoma y Humanismo

Hoy, decir que un individuo es calificado como humano, se refiere a que cuenta con un genoma humano. Todos lo que tengan dicho código lo son. Las definiciones que pretendan hacer diferencias entre humanos y semihumanos, no caben actualmente. Lo cual hace el descubrimiento del genoma un avance médico en cuánto lo transforma en una ventaja para el humanismo médico.

El especialista indicó que la bioética busca el bien del otro. Una mejora en la condición humana, a lo que podría llamarse “medicina humanista”. Es lo que lleva a una satisfacción personal por parte del que ejerce medicina, sin importar la paga que se reciba.

El médico Carlos Viesca concluyó su exposición mencionando que la medicina plantea una humanidad que parte del conocimiento para aliviar una necesidad en el otro, la cual exige conocimiento, la devoción de seguir aprendiendo y la voluntad de servicio.

La conferencia cerró con la reflexión sobre como el siglo XXI necesita que el humanismo y la medicina tomen en consideración al otro. Médico y paciente deben disfrutar el desarrollo del si mismo pero con una proyección, hacia al otro, a la sociedad y hacia la humanidad.