¿Eres adicta a las dietas?

Los trastornos alimenticios son variaciones de los hábitos alimenticios comunes que llevan al desarrollo de enfermedades ocasionadas por un estado emocional como la ansiedad, depresión o una excesiva preocupación por el peso y aspecto físico.

Entre los trastornos de la alimentación más frecuentes están:
 

1.  Anorexia nerviosa. Negación a la comida, lo que conduce a una extrema pérdida de peso.

2. Bulimia. Caracterizada por “atracones” constantes de comida seguidos de vómito inducido o el uso de laxantes y diuréticos como efecto compensatorio.
3. Ortorexia. Obsesión por  la “comida sana”.
4. Vigorexia. Obsesión por un cuerpo perfecto utilizando suplementos alimenticios.
5. Trastorno por atracón. Ingesta rápida, y por lo general a escondidas, de una elevada cantidad de calorías en un período corto de tiempo, acompañado con el sentimiento de culpa.
6. Permarexia. Obsesión con los alimentos y estar siempre a dieta.

La permarexia es un síndrome psicológico que afecta principalmente a las mujeres, quienes piensan que todo lo que se ingiere engorda, por lo que están constantemente sometidas a dietas para bajar de peso.

Se trata de una obsesión caracterizada por pensamientos sobre la comida, además de que llevan la cuenta de las calorías consumidas y siguen de forma permanente y severa las dietas, además de presentar constantes y drásticas subidas y bajadas de peso.

Actualmente, este trastorno alimentario es poco conocido, sin embargo es importante considerar sus efectos a largo plazo, principalmente en las modificaciones que pueda ocasionar en el metabolismo, debido a que los cambios drásticos de peso pueden llevar a un estado de mala nutrición y funcionamiento del organismo.

Estar sometido constantemente a dietas de moda, el uso de suplementos, remedios caseros y otras técnicas poco confiables para la pérdida de peso, indican la falta de hábitos saludables.

Una forma en que se puede prevenir la aparición de estos trastornos es educar a los niños desde temprana edad en temas de nutrición, para que puedan tomar decisiones informadas respecto a su alimentación.

La permarexia es un trastorno que debe ser diagnosticado tempranamente, por lo que es recomendable que la persona que identifique estos síntomas busque ayuda de un equipo multidisciplinario de salud formado por médicos, nutriólogos y psicólogos para evitar complicaciones en la salud.

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