Alergia al sol

Si es primavera y empiezas a estornudar, te sientes agripado, tienes dolor de cabeza y no sabes qué te pasa, lo más probable es que estés frente a los síntomas de una alergia estacional y no de un resfrío común, como tantas veces se cree.

A pesar de que ambas enfermedades tienen síntomas muy parecidos, hay que saber distinguirlos. En primer lugar hay que tener claro que los síntomas de los resfríos suelen empeorar a medida que avanza el día y, con el paso del tiempo, van mejorando en forma gradual.

Por su parte, las alergias se desencadenan tras la exposición al alérgeno y duran mientras persista la exposición. Entre los alérgenos más frecuentes en primavera se encuentran el polen, algunos tipos de pastos y cortezas de árboles, además de una muy particular alergia al sol.

La alergia al sol, también llamada lucitis, provoca una erupción de la piel por los rayos del sol, la cual afecta principalmente a mujeres entre los 15 y 35 años.

Comprende sólo aquellos trastornos en los que el sistema inmune de la persona, es responsable de la aparición de las lesiones tras una mínima exposición a la luz solar.

La alergia al sol produce una intensa comezón, cuya lesión principal en la piel es la roncha o eczema. La alergia no empeora en sucesivas exposiciones, pero se repite habitualmente, siempre que el afectado se expone al sol con la misma intensidad. En los casos más graves, la puede producir mareos, ahogo, cefaleas y síncope.

Existe otro tipo de alergia al sol, denominada reacción fotoalérgica o fotosensibilización, que se manifiesta mediante una erupción rojiza en la piel, que sufren las personas tras haberse aplicado sustancias tópicas como medicamentos, protectores solares, perfumes, desodorantes u otros. Esto se debe a que dichas sustancias aumentan la sensibilidad a los rayos UV.

Es importante distinguir las reacciones producidas por fototoxicidad, en las cuales una sustancia que se aplica sobre la piel o se ingiere, se hace tóxica al exponerse al sol. Por lo cual, básicamente la manera de prevenirlas es no estar en contacto o exposición a las causas de la alergia.

En cuanto al tratamiento, se suele recomendar el uso de lentes para sol, algunos protectores solares hipoalergénicos, no exponerse al sol de manera prolongada y cubrir las partes sensibles del cuerpo, además de incluir en la dieta diaria alimentos ricos en antioxidantes, vitamina E y C. Y para las molestias de la urticaria, algunos dermatólogos pueden prescribir antihistamínicos.

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