5 mitos sobre los trastornos alimentarios

Los trastornos alimentarios afectan a más de cuatro millones de mexicanos, mientras que el 40% de los estadounidenses han experimentado o conocen a alguien con bulimia y anorexia.

En entrevista para Salud180, la doctora Aracely Aizpuro, directora de la Fundación Ellen West, explica en qué consisten los desórdenes alimenticios:

A pesar de la información que se difunde entre la población existen conceptos erróneos acerca de estos padecimientos. De acuerdo con información publicada en The Huffington Post, estos son los mitos más frecuentes sobre los trastornos de la alimentación:

Mito 1: Los trastornos giran en torno a los alimentos

Verdad: Éstos son enfermedades complejas con bases biológicas, psicológicas y sociológicas. En tanto, los comportamientos asociados con los trastornos alimenticios pueden comenzar con una fijación en calorías y el peso.

Mito 2: Son una enfermedad de elección

Verdad: Se trata de un padecimiento mental, por lo que no se elige. Las personas que lo tienen deben luchar cada día para superar el problema y mejorar su calidad de vida.

Mito 3: Los trastornos alimentarios no son enfermedades graves

Verdad: La tasa de mortalidad asociada con la bulimia y la anorexia es más alta que cualquier otro padecimiento mental como la depresión, trastorno bipolar y la esquizofrenia. Incluso, a menudo hay graves complicaciones médicas asociadas con el hambre y las purgas, como lesiones en los huesos, complicaciones cardiacas, trastornos gastrointestinales, insuficiencia orgánica e infertilidad.

Mito 4: Las familias disfuncionales generan los trastornos de la alimentación

Verdad: Éstas no son las culpables de que las personas adquieran los padecimientos. Al contrario, los parientes son los que ayudan a un paciente a superar su enfermedad. En algunos estudios se ha demostrado que entre el 40 y el 50% del riesgo de desarrollar anorexia o bulimia se debe a la herencia genética.

Mito 5: Son una enfermedad de mujeres.

Verdad: Los trastornos alimenticios se presentan en muchas mujeres, y las investigaciones destacan que los hombres con ellos representan actualmente menos del 10%. Los trastornos alimenticios en hombres y los niños son de naturaleza genética y son apoyados a menudo por presiones de carácter psicológico y sociológico, como los roles de género tradicionales y las ideas socialmente aceptadas acerca de la masculinidad.

La información errónea sobre los desórdenes alimenticios pueden generar confusión e impedir su detección a tiempo. Es muy importante que la persona afectada por estas enfermedades sea tratada a tiempo, para prevenir complicaciones o, incluso, la muerte. Y tú, ¿ayudarías a una persona con estos problemas?

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