La meta: cero nacimientos de bebés con VIH

En la actualidad tener el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y estar embarazada no significa necesariamente que el bebé nazca con este virus.

Cuando no había un protocolo médico para tratar a mujeres embarazadas con VIH, 6 de cada 10 hijos de estas tenían riesgo de nacer infectados. Sin embargo, después de que a nivel mundial se realizaron varias estrategias para disminuir este porcentaje, esto cambio.

  Una vida sin VIH

Algunas de las estrategias utilizadas fueron el empleo de medicamentos antirretrovirales, así como la aplicación de distintas medidas de prevención durante el embarazo y el parto, con el fin de disminuir la tasa de transmisión de madre a hijo.

Hoy se sabe que si una mujer embarazada detecta a tiempo que tiene VIH las probabilidades de que su bebé nazca con esta enfermedad son casi nulas. Por lo que una de las políticas implementadas por la Organización Mundial de la Salud está encaminada a que en el futuro no nazca ningún niño infectado con este virus, consigna que se espera lograr para el año 2015.

Se calcula que en la actualidad más de 35 millones de personas tienen VIH en el mundo, de las cuales alrededor de 2 millones son adolescentes entre 10 y 19 años de edad.

De acuerdo con la doctora Noris Pavía Ruz, de la Clínica de Atención a Niños con VIH/SIDA de la UNAM, el diagnóstico y la prevención son la clave para disminuir el riesgo de contagio de la madre al niño, pues 50 por ciento de los niños con VIH que no reciben tratamiento sólo viven de dos a tres años.

Entre las principales medidas para disminuir el riesgo de contagio de madre a hijo se encuentran el tratamiento profiláctico y antiviral a la mamá, que el bebé nazca preferentemente por cesárea y evitar la lactancia materna.

La investigadora explicó que es importante la prevención y diagnóstico oportuno del VIH/SIDA, pues estudios clínicos han demostrado que el uso de medicamentos antirretrovirales disminuye la transmisión del virus de madre a hijo, por lo tanto es recomendable que las mujeres embarazadas se realicen una prueba de diagnóstico que pueden solicitar de forma voluntaria y confidencial en su centro de salud.