El desapego es fundamental para sanar

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El desapego es fundamental para sanar de la enfermedad.
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Salud180.com

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03-03-2011

Por inverosímil que parezca, muchas personas siguen sin establecer una relación entre su modo de actuar, de ser, de pensar, y su estado de salud física.

 

Yo no considero tener ninguna autoridad académica para escribir sobre medicina, y además, le debo la vida a más de un médico. Yo adoro a mi Dermatóloga, la mejor de México y sus alrededores, a mi Oftalmólogo, al Pediatra que atendió a mis hijos, acudo con un maravilloso dentista… Esto lo digo porque quiero que quede claro que respeto profundamente y honro a la ciencia médica.

 

Pero, ¿porqué no les echamos una mano a los doctores y nos sentamos a reflexionar sobre las posibles causas de nuestra enfermedad?

 

El Dr. Ryke Geer Hamer, especialista alemán en medicina interna, promotor del movimiento llamado “La nueva medicina”, propone que al encontrar la respuesta a la pregunta ¿porqué estoy enfermo? estamos en posibilidad de sanar. Ya en otros muchos textos he leído que los síntomas de una enfermedad nos permiten dejar de hacer algo y nos obligan a hacer otra cosa diferente.

 

 

Un simple ejemplo: si me resfrío, me permito permanecer en cama y dejo de ir a trabajar. Parece que por ahí anda la respuesta al porqué de mis padecimientos. En los sueños, se sabe que eventos de tres días previos al sueño disparan el contenido del mismo, ¿no pasará algo similar con la enfermedad?, ¿No es la enfermedad una metáfora, un modo de mi inconsciente para avisarme de algo?

 

El Dr. Hamer se refiere con énfasis a la importancia de hablar sobre lo doloroso que nos ocurre. Vivir los traumas en aislamiento tiene repercusiones serias en nuestra salud. Yo no puedo más que estar de acuerdo. Creo sinceramente en el efecto sanador que tiene hablar de nuestros problemas, llorar en compañía de quién amablemente nos brinda su mano. Contar una y diez veces un evento traumático, impactante, importante. Hago un alto aquí para agradecer a mis amigas que me han escuchado siempre.

 

No te quedes callado. Habla. Te acercarás más al otro. Entenderás aspectos de la situación que de vivir en soledad no podrás ver. Y puedes sanar.

 

Ahora bien, es necesario entender que lo más importante es decidir que actitud elegimos ante lo que estamos viviendo. Decidir entre ser víctimas o protagonistas de nuestra propia historia. Decidir si perdonamos o nos amargamos. Decidir si queremos y merecemos estar bien.

 

 

También es fundamental, para la salud, el desapego. Si alguien no te quiere, deja que se vaya. Si una amiga ya no te invita: deja que se vaya. Si un hijo no quiere estar cerca de ti: deja que se vaya. Si un sueño no se te ha cumplido y estás amargado por eso: deja que se vaya. Si no puedes comprar algo que se antoja: deja que se vaya. ¡No dejes que se vaya tu bienestar por no tener algo!

 

Deja que venga a ti la paz. Alégrate por tener lo que si tienes. No te aferres a lo que no es tuyo. Y repite con tanta frecuencia como puedas: “Tengo todo lo que necesito para ser feliz”.
 

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