Vitamina D y cáncer de mama

Cerca de 12 millones de tumores malignos se diagnostican cada año, así como 7.6 millones de defunciones, por lo que el cáncer es la principal causa de muerte. Se  prevé que las muertes por cáncer en el mundo seguirán aumentando, con un estimado de 13.1 millones de muertes para el año 2030.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 30% de las muertes por cáncer y tumores malignos se debe a hábitos y comportamientos asociados al estilo de vida como: tener un bajo consumo de frutas y verduras, realizar poca actividad física y consumir alcohol y tabaco.

En México, el cáncer de mama representa un problema de salud pública, al ser la segunda causa de muerte en el grupo de edad de 30 a 54 años, y la primera causa de muerte por tumores malignos entre las mujeres. 

En el caso del cáncer de mama, la dieta ha mostrado estar relacionada con la incidencia de esta enfermedad  y uno de los micronutrimentos más estudiados en relación al cáncer ha sido la vitamina D.

  Vitamina D

La vitamina D tiene muchas funciones en el organismo, una de las principales es la de regular la cantidad de calcio en los huesos. Se ha observado que las mujeres que tienen niveles más altos de vitamina D tienen menos riesgo de padecer tumores malignos y cáncer de mama. 

Los primeros hallazgos se observaron en un grupo de mujeres, en el cual, aquéllas que tenían una exposición solar más prolongada, presentaron tasas de mortalidad por cáncer más bajas.

Es importante recordar que la vitamina D puede ser sintetizada a partir de los rayos UV en la piel, por lo que una exposición moderada al sol puede asegurar una adecuada cantidad de esta vitamina.

A pesar de esto, es necesario aún contar con más estudios que permitan vincular, de una manera más efectiva, el efecto de la vitamina D sobre la proliferación o progresión de células cancerígenas que permitan pensar en la utilización de la vitamina D como un agente preventivo de tumores malignos.

Lo que es claro, es que una vez más, una buena alimentación parece ser la respuesta lógica en términos de prevención de enfermedades, tumores malignos y cáncer de mama.