Un pequeño golpe le cambió la vida para siempre

A sus 24 años de edad, Aimee Copeland parecía tenerlo todo: una belleza innegable, una pareja que la amaba y un sueño a punto concluir, la maestría. Sin embargo, todo esto desapareció tras despertar una mañana en el hospital y descubrir que por una bacteria carnívora se le había amputado todas las extremidades. 

Cuando Aimee fue a practicar tirolesa, nunca imaginó que el accidente que le provocó una lesión menor la pondría al borde de la muerte y la haría perder parte de su cuerpo, como informa el diario británico Daily Mail. 

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Debido a esa lesión, la joven recibió 22 puntadas, y fue dada de alta. Sin embargo, Copeland tuvo que volver al hospital porque el dolor que sentía era impresionante. Los médicos le dijeron que estaba bien y la volvieron a dar de alta.

Pero a los 3 días, sin mejor alguna, Aimee volvió al hospital y fue ahí donde los especialistas descubrieron que la fascitis necrotizante (una infección aguda que se extiende por el tejido celular subcutáneo y la fascia), comió gran parte de su carne.

La infección en sus piernas y brazos dejaron a Aimee con sólo 1% de esperanzas de vida. Los médicos, además, tuvieron que amputarle gran parte de sus extremidades superiores e inferiores.

Así, de la noche a la mañana, Aimee tuvo que adaptarse a una nueva vida, en la que las terapias le enseñaron a  valerse por sí misma. 

Lamentablemente, el amor con su inseparable novio Ben (con quien llevaba 5 años de relación), terminó.

El chico no pudo adaptarse a la nueva realidad de Aimee y decidieron terminar. Esto no fue un impedimento para la chica que, a través de apps para buscar parejas, encontró a Stephen, quien desde el principio la aceptó tal y como es.

Para su nuevo novio, el cuerpo de Aimee es simplemente perfecto y la relación va tan bien, que ya planean casarse y tener hijos.

Como ves, la vida puede cambiarnos en un segundo, pero de nosotros depende cómo afrontar las experiencias y pruebas que se presentan.

Aimee es un ejemplo para todos. Es una mujer valiente que te enseña a enfrentar la vida y disfrutarla lo mejor que se pueda. 

Cortesía de imágenes: Aimee Copeland