Tanatofobia y necrofobia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 4% de la población masculina padece alguna fobia, mientras que en las mujeres esta cifra alcanza 6%. Está claro que, en una proporción de dos a uno, las mujeres son más susceptibles a padecer más fobias que los hombres y la razón que esgrimen los especialistas es que todavía vivimos en una sociedad donde a la mujer, desde que es niña, se le infunden más temores y son sujetas a mayores agresiones en el seno familiar. Casi por regla general, las fobias se originan en la infancia.

Un estudio del Instituto en Investigación de Psicología Clínica y Social de México (IIPCS), señala que casi 80% de los mexicanos tienen algún tipo de fobia. Aunque las más comunes están relacionadas con reptiles, insectos y roedores, así como a situaciones asociadas con la altura o los lugares cerrados, en México –dicen los investigadores- se han elevado los índices de personas a quienes les aterra todo lo que tenga que ver con la muerte, la inseguridad pública y las enfermedades.

Fobias a la muerte

Los expertos definen la tanatofobia como el miedo excesivo a la propia muerte, mientras que las personas que padecen de necrofobia temen, además de la propia muerte, a todo lo que esté en relación con ella como féretros, cementerios o cadáveres, por ejemplo. Es completamente natural tener miedo ya que nos estamos enfrentando a algo que es totalmente desconocido. Pero en los casos cuando pasa a ser fobia, la vida cotidiana de quien la padece empieza a verse afectada porque no quiere salir de su casa, ir a velatorios o entierros, hablar sobre la muerte y, en varios casos, se vuelve hipocondríaco. En ocasiones, los ataques de pánico que se desencadenan deben ser controlados con fármacos recomendados por el medico.

Tratamiento de las fobias

El momento de acudir a un tratamiento psicológico ocurre simplemente cuando este temor desmedido atenta contra la calidad de vida de la persona que la padece, debido a que queda paralizada en algún grado y no le permite desempeñar sus actividades personales, laborales o afectivas de manera normal. El tratamiento de una fobia se puede realizar mediante técnicas psicológicas, dependiendo del historial clínico de cada sujeto. Los especialistas del IIPCS aclaran que una fobia puede encapsular múltiples problemas psicológicos por lo que es necesario, en primera instancia, determinar el origen de la misma. Una técnica, la psicoanalítica, desmenuza la infancia con la finalidad de encontrar los sucesos traumáticos que derivaron en ese miedo irracional, y en segunda instancia, se enfoca en enfrentar el objeto que produce la fobia de manera paulatina, para que el sujeto en cuestión trascienda su miedo. Al respecto, el IIPCS tiene disponible una clínica de servicios psicológicos para todas las personas sin importar su nivel socio económico.