Suicidio se puede prevenir, ¿Pero cómo?

Se acerca la temporada de fin de año que para muchos es sinónimo de alegría, sin embargo, para otras personas suele ser una época triste y melancólica que puede orillarlos al suicidio.

Desde 2003 la Organización Mundial de la Salud (OMS) invitó a los países miembros a celebrar cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Este año, la organización publicó su primer reporte sobre prevención del suicidio.

De acuerdo con este documento se estima que en 2012 se cometieron en el mundo 804,000 suicidios, es decir, uno cada 40 segundos y 11.4 por cada 100 mil personas.

En el caso de México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que en ese mismo año se registraron 5,549 muertes por suicidio, de los cuales 80.6% fue cometido por hombres. Esto implica 4.7 suicidios por cada 100 mil personas o uno cada 95 minutos.

La creciente preocupación por el suicidio es que se considera una epidemia. La tasa de mortalidad por suicidio se ha incrementado de manera alarmante. En el caso de México, en 1990 la tasa era de 2.2 por cada 100 mil habitantes, la cual se ha más que doblado en un cuarto de siglo.

Lo peor de todo es que el suicidio se puede prevenir y ese es el mensaje que la celebración de este día y la OMS quieren enviar.

  ¿Qué podemos hacer todos?

Aunque el reporte de la OMS se enfoca en los aspectos que deben atender los gobiernos para generar políticas públicas, en su apartado de relaciones interpersonales ofrece datos que pueden ayudar a identificar si alguien cercano a ti es vulnerable a cometer un suicidio.

Los grupos vulnerables son:

1. Personas que han sufrido abuso, trauma, conflictos bélicos o desastres naturales.
2. Refugiados y migrantes
3. Personas indígenas
4. Prisioneros
5. Personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales
6. Personas que han vivido de cerca un suicidio

Entre los factores de riesgo para una persona se encuentran:

1. Ya han tenido un intento previo de suicidio
2. Sufren de algún desorden mental
3. Abuso de alcohol y otras sustancias
4. Desempleo o dificultades financieras
5. Desesperanza sobre el futuro o pérdida de la motivación
6. Enfermedades o dolores crónicos
7. Historia de suicidios en la familia
8. Factores genéticos o biológicos

¿Qué protege a estos grupos vulnerables o cualquier persona de los factores de riesgo? Relaciones personales fuertes, por lo que es importante mostrar de manera continua a las personas que estás al pendiente de ellos. Es la principal manera en que alguien puede ayudar, además de no ser parte activa de sus motivaciones, como en el caso del bullying.

Además, puedes estar atento a ciertas conductas que puedan indicar que alguien tiene pensamientos suicidas, como:

1. Hablar constantemente sobre el suicidio
2. Buscar acceso a armas o químicos que puedan causar la muerte
3. Mostrar preocupación por la muerte
4. Decir que no tiene esperanza por el futuro, que no vale la pena o que se odia
5. Empieza a poner sus asuntos en orden
6. Puede llegar a despedirse de una manera inusual
7. Se retira del contacto con los demás
8. Se involucra en una conducta autodestructiva
9. Tras amplios periodos de depresión o ansiedad se muestra calmado y feliz

Si detectas que alguien puede presentar estos signos, lo mejor es hablar directamente con la persona, aunque se debe hacer con cierta cautela. La mayoría de las personas que buscan suicidarse también quieren ayuda, pero les cuesta trabajo pedirla.

Si una persona te dice directamente que quiere suicidarse intenta averiguar lo más posible sobre si tiene un plan o un tiempo para hacerlo. Esto te dará idea de qué tan grave e inmediata es la crisis y te permitirá saber si tienes tiempo para buscar ayuda profesional o debes alertar a autoridades o servicios de salud.

Si tú o alguien que conoces lidia con pensamientos suicidas y aún hay tiempo para evitarlo, lo mejor es ponerse en contacto con ayuda profesional. En México la Cruz Roja ofrece las 24 horas del día un Servicio de Apoyo Sicológico por Teléfono en el 01-800-472-7835.

  La prevención en México

La tasa de suicidio es un indicador de la salud mental de la población, pero también de las condiciones sociales y económicas. Una enfermedad mental aunada a una condición socioeconómica desfavorable es un factor importante de riesgo.

Por ejemplo, en México la situación de desempleo genera 80% de los suicidios, de acuerdo con la farmacéutica Eli Lilly.

Es por esto que la epidemia de suicidios se ha convertido en un problema de salud pública. Y pese a esto, según la OMS sólo son 28 los países alrededor del mundo que cuentan con una estrategia para la prevención del suicidio.

 Parece que México no es uno de ellos.

En la página de inicio del sitio web de la Secretaría de Salud a nivel federal no aparece información relacionada con el suicidio o lugares a los que se puede acudir en caso de necesitar ayuda. Lo más cercano que se ofrece en el menú, bajo el apartado de Hospitales, son tres opciones de siquiátricos.

Peor aún, al buscar “suicidio” en el buscador del sitio, redirige a una búsqueda general en Google donde se muestra ayuda para España...

Al buscar en Google “estrategia méxico secretaria de salud suicidio” no hay resultado alguno que hable de la estrategia de la actual administración federal para su prevención. Aunque hay que mencionar que abundan notas sobre el lanzamiento de programas en por lo menos la mitad de los Estados del país.

Lo más que encontré sobre un programa de prevención de suicidio fue en el Programa Sectorial de Salud que forma parte del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. En su apartado 3.5 dice que una parte del plan buscará “contribuir a disminuir las muertes por lesiones de causa externa” y de manera específica en el 3.5.3 dice que buscará “contribuir a mejorar el marco jurídico para la prevención de suicidios y homicidios con base en evidencia científica”.