Salud visual es medible con dioptrías

La vista es muy importante;  a través de ella se observa todo lo que pasa en nuestro alrededor, se aprecian los pequeños detalles; sin embargo, la herencia genética y algunos hábitos poco saludables pueden detonar los defectos de refracción.

Este tipo de trastornos oculares aparecen cuando el ojo no puede enfocar claramente las imágenes y genera discapacidad visual, la cual se puede corregir con el uso de lentes.

Para que una persona utilice los anteojos adecuados debe someterse a una prueba para definir el número de dioptrías que necesita para ver con claridad.

De acuerdo con los especialistas, una dioptría es la unidad de medida empleada para estimar el poder de una lente: mientras más dioptrías tenga, mayor será la capacidad de hacer convergencia o divergencia de la luz.

Por ejemplo, una lente de una dioptría tiene la capacidad de enfocar la luz a un metro; el de dos dioptrías lo hace a 50 centímetros; y el de tres dioptrías, a 33 centímetros. Con estas medidas se pretende compensar la magnitud del desenfoque de cada individuo.

Es importante señalar que un lente con dioptría negativa corrige la miopía, mientras que  una notación positiva ayuda a disminuir la hipermetropía.

En entrevista para Salud180, el médico oftalmólogo, Arturo Castillejas, explica en qué consisten los defectos oculares más comunes como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y vista cansada; así como las alertas que ayudan a su detección temprana:

Si detectas que tienes problemas para enfocar las imágenes y debes hacer gestos para leer textos, acude al médico oftalmólogo, quien te dará un diagnóstico adecuado, así como las dioptrías correctas necesarias para tus anteojos. Y tú, ¿utilizas la graduación correcta en tus lentes?

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