¿Qué pasa a tu piel cuando "continuamente" bebes alcohol?

La cuarta parte de un vaso de vino o, en su defecto, una cerveza al día es la porción adecuada para conservar una salud óptima, señala un estudio de la Universidad de Oxford en Reino Unido. Sin embargo, ¿qué efecto tiene el consumo cotidiano de alcohol en la piel?

Antes de afirma que se tiene un problema con la “bebida”, es esencial saber cuánto se está tomando.  Para ello es importante la graduación de alcohol que indica la etiqueta, afirma la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria. Entre más alto es el porcentaje, ejemplo, 40% de alcohol, menor será la cantidad que se deberá ingerir de esta bebida.

  Señales de alerta

Puedes contar los vasos que tomas, pero el cuerpo tiene otra forma de indicar que estas rebasando tu consumo etílico. Muestra de ello es el  efecto del alcohol en la piel.

1. Granitos incómodos. El consumo de estas bebidas puede ocasionar un desequilibrio en los niveles de azúcar, lo que da como consecuencia la aparición de acné. Señala Daisy Morales, cosmetóloga de los Centros de Estética Pretty Woman.

2. Provoca vasodilatación periférica. Cuando se bebe mucho el organismo desecha estás caloría a través de las manos, la cara y los pies. Si esta acción se realiza de forma continua, la piel empieza a desestabilizarse lo que produce inflamación celular y la dilatación de vasos sanguíneos: enrojecimiento de la dermis, indica Agustín Alomar, dermatólogo del Institut Universitari Dexeus

3. Pierde brillo. Bebidas estiladas como el ron, tequila, vodka y whisky reducen los niveles de oxígeno en la sangre y por esto se desequilibra la producción de colágeno en la piel.

4. Pálida y amarillenta. Cuando se toma en exceso se puede desarrollar un problema o daño hepático lo que conduce a que la piel adquiera una apariencia opaca y amarillenta. Así lo sugiere un estudio de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

5. Arrugas. La AEDV señala que este hábito disminuye la actividad del sistema circulatorio requerida para la adecuada irrigación y nutrición de los tejidos.

6. Infecciones de la dermis. El alcohol, en su consumo crónico, altera el sistema inmunológico lo que ocasiona que aparezcan con mayor frecuencia padecimientos de la piel.

7. Cicatrices. Este hábito impide la absorción correcta de vitamina C, que es esencial en el proceso de cicatrización. Esto complica que las heridas sanen pronto.

El envejecimiento que se presenta en las personas que consumen alcohol se acelera cuando esa ingesta se acompaña de trasnochar, exposición al humo del tabaco y, lógicamente, a las llamadas drogas duras”, señala la Academia Española de Dermatología y Venereología.

Cuida lo que tomas y tu apariencia. ¡Tu salud está en tus manos!