¿Podemos olvidar las experiencias desagradables?

Reza una frase: “Recordar es volver a vivir”. Los recuerdos son imágenes que se archivan en la memoria. Nos sirven para traer al pasado al presente. Pero, ¿por qué podemos acordarnos de ciertas cosas? ¿Podemos olvidar las experiencias desagradables?  

Algunos investigadores sugieren que se debe a que los eventos positivos se quedan durante más tiempo en la memoria que los malos, esto es que, el aferrarnos a los buenos recuerdos -dejando atrás los malos- nos ayuda a lidiar con situaciones desagradables y mantener una actitud positiva ante la vida.

Video: ¿Por qué olvidamos?

  60% de las personas olvida experiencias desagradables

Fue en los años 30 años cuando se dijo por primera vez que los recuerdos malos se desvanecen más rápido. 

Especialistas constatan lo que queda en la memoria de las personas después de unas vacaciones, categorizándolas en agradables y  desagradables. El 60% olvidó las experiencias desagradables, mientras que sólo el 42% de las agradables habían desaparecido.

Timothy Ritchie, de la Universidad de Limerick, en Irlanda, decidió analizar los datos de las muestras recogidas por académicos de seis universidades en el mundo.

Los investigadores tenían acceso a los participantes de muchos grupos étnicos angloparlantes, incluido los afroamericanos, ghaneses, alemanes, nativos estadounidenses y neozelandeses tanto de la descendencia europea como de la aborigen. En total, se incluyeron 2 mil 400 memorias autobiográficas de 562 personas de 10 países.

Si bien la metodología de recolección de eventos de la memoria varió en muchas formas, el denominador común fue preguntarles que recordaran momentos positivos y negativos.

Los autores consideraron que el estudio demostró cómo la desaparición rápida de memorias desagradables es un fenómeno que ocurre en todas las culturas, y que ayuda a procesar la negatividad y a adaptarse a los cambios de lo que les rodea mientras retienen una actitud positiva ante la vida.

  Mal recuerdo puede generar depresión

Según el sicoanálisis, aferrarse a un recuerdo puede generar depresión y, en casos extremos, una ruptura con la realidad actual, creando el Síndrome de Estrés Postraumático.

Debemos comprender que olvidar es algo normal, incluso necesario, pues evita acumular un exceso de datos inútiles, aunque tampoco se trata de acordarse sólo de lo importante. La idea es potenciar nuestros recuerdos positivos.

Entendamos que la vida sería imposible si todo lo recordáramos… el secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.

Y como dijo Gabriel García Márquez: “La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado”.