Lo que comes afecta tu cerebro

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Cuando escuchamos hablar de alimentación casi siempre la relacionamos con los beneficios que tiene para un adecuado funcionamiento del organismo. Sin embargo, no solemos pensar que también tiene efectos sobre nuestro cerebro, el cual es plástico como respuesta a situaciones del medio ambiente, de ahí surge su capacidad de recordar y aprender, lo que se conoce como plasticidad cerebral./ Fuente: Photos.com

Cuando escuchamos hablar de alimentación casi siempre la relacionamos con los beneficios que tiene para un adecuado funcionamiento del organismo. Sin embargo, no solemos pensar que también tiene efectos sobre nuestro cerebro, el cual es plástico como respuesta a situaciones del medio ambiente, de ahí surge su capacidad de recordar y aprender, lo que se conoce como plasticidad cerebral.

 

La doctora Clorinda Arias, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, comentó que los ácidos grasos poliinsaturados, es decir, los omega 3 (contenidos en alimentos como el salmón y el aceite de oliva) son componentes fundamentales para llevar a cabo esta labor de plasticidad que tiene el cerebro.

 

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Agregó que el ejercicio físico es básico para producir moléculas que mantienen estados de adecuado funcionamiento cerebral, además de que se deben evitar dietas nocivas para la salud que pueden tener repercusiones incluso a nivel cerebral.

 

Junto con su equipo de investigación trabaja en la relación de la nutrición y el funcionamiento del cerebro, pues se ha visto que existen ciertos factores de riesgo metabólicos para propiciar un envejecimiento patológico y alteraciones de la cognición. De esta manera, desarrollaron un modelo para identificar cómo impactan a nivel cerebral las condiciones que producen resistencia a la insulina debida a dietas altas en grasas y azúcares.

 

Una de las características de este modelo fue someter a una rata a una dieta alta en grasa y azúcares; esto durante siete días. Los universitarios encontraron que dicha alimentación se asocia con una resistencia a la insulina en células del hipocampo, región cerebral relacionada con el establecimiento de la memoria a corto plazo.

 

La doctora Arias explicó que un día en la rata equivale en promedio a 30 días en el ser humano; esto significaría, que si una persona consume una dieta alta en grasa y azúcar durante varios meses podría sufrir estos cambios reversibles, pero que de prolongarse pueden contribuir al decaimiento cognitivo durante el envejecimiento.

 

Existen grupos de investigación que han demostrado que dietas altas en grasas y azúcares alteran el desempeño en tareas de memoria de trabajo, conocida como memoria a corto plazo, pero no se había aún descrito el efecto de este tipo de alimentación a corto plazo en el hipocampo.

 

Por último comentó que es importante conocer si es posible la irreversibilidad de estos fenómenos, con el fin de poder desarrollar estrategias de nutrición y terapéuticas, así como encontrar qué condiciones a lo largo de la vida de un sujeto pueden ponerlo en una situación de riesgo y llevarlo a un envejecimiento patológico.
 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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