Herramientas para aplicar insulina

Actualmente existen diferentes herramientas para la aplicación de insulina. Hasta hace no mucho, únicamente contábamos con jeringas, pero afortunadamente hoy en día existe mayor variedad:

Jeringas

Es el primer método con el que se contó para el uso doméstico de insulina, y a lo largo del tiempo se ha ido mejorando y ampliando la gama de jeringas, mismas que puedes encontrar en una farmacia.

En general son jeringas pequeñas que se distinguen por ser más chicas que las de aplicación intramuscular. Sus agujas también son más delgadas y cortas. Tienen diferentes capacidades y están graduadas en unidades internacionales entre 0 a 25 unidades, 0 a 30 unidades, 0 a 50 unidades y 0 a 100 unidades.

Plumas para inyección de insulina

Tienen el aspecto de una pluma para escribir o bolígrafo. En su interior colocas el cartucho que contiene la insulina. Diversos laboratorios han sacado a la venta una versión de sus frascos de insulina en estos pequeños cartuchos que se van cambiando en el momento que se terminan, aunque el dispositivo de aplicación, la pluma, su duración es permanente.

Las agujas de la pluma de insulina se cambian con cada aplicación. También vienen en diferentes tamaños y anchos dependiendo del gusto de la persona que las utiliza. La mayor ventaja de la pluma es que puede transportarse con facilidad en la bolsa o en la mochila, siempre cuidando que las temperaturas no excedan los 27 grados centígrados.

Microinfusoras de insulina

Las microinfusoras de insulina o bombas de infusión administran de forma continua una dosis basal (durante las 24 horas del día) y dosis extra antes de las comidas. Utilizan los mismos cartuchos que las plumas para inyección de insulina.

Se trata de un dispositivo ligero, del tamaño de un localizador personal o de un teléfono celular que tiene en su interior el cartucho de insulina. Este aparatito está conectado a una pequeña sonda que termina con una aguja.

Se coloca de manera semipermanente en el abdomen e inyecta de manera continua insulina a quien la porta. Usualmente, la sonda y la aguja se cambian cada tres días, durante los cuales tú nunca te quitas la bomba inyectora. Además, es lo suficientemente cómoda para realizar todas las actividades, incluso dormirte con ella.

Si vas a bañarte, simplemente cortas el suministro durante ese momento, desconectas la sonda del aparatito y después vuelves a conectarla para seguir con tu vida normal. Cabe señalar que el uso de la bomba inyectora requiere de cierto entrenamiento y de monitoreo constante de la glucosa.

Estas son algunas de las opciones más efectivas que existen para administrarse insulina, pero recuerda que debes acercarte a un especialista en diabetes para que juntos elijan la mejor para ti.

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