Eres de los que no toleran su presencia…

Si alguna vez te has sentido incómodo con alguien porque es “amanerado” o consideras “anormal” que una mujer tenga novia en vez de novio, es señal de que tienes actitudes homofóbicas.

 

La homofobia es un rechazo a todas las formas no heterosexuales de sexualidad, no solo la homosexualidad entre hombres sino el lesbianismo, la bisexualidad y todos los tipos de transexualidad”, explican Julio Muñoz Rubio y Fabrizzio Guerrero Mc Manus, investigadores del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

 

Forma parte de nuestra historia

 

Hubo una época en que las ciencias biomédicas promovieron un saber sobre la diversidad sexual y sobre la homosexualidad, pero este saber estaba lleno de homofobia, ya que  planteaban proyectos de terapia y de corrección de la homosexualidad por considerarla una anomalía, patología o desviación. 

Desde hace décadas se reconoce que la homosexualidad no es una enfermedad. En 1973 se eliminó del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana y, casi dos décadas más adelante, el 17 de mayo de 1992, la Organización Mundial de la Salud la retiró de la Clasificación Internacional de Enfermedades.

 

Sin embargo, esto no significa que actualmente haya mayor aceptación a la diversidad sexual. La homofobia sigue manifestándose desde formas sutiles, como el rechazo silencioso, hasta las más crueles, como torturar, golpear o matar.

 

La homofobia viola derechos humanos, laborales, civiles, o a la propiedad, pero hay formas de violencia en la calle que aunque no violan un derecho jurídico, como los insultos homofóbicos o el bullying escolar, sí atentan contra el derecho de relacionarse sexual y afectivamente con quien cada persona desee”, coinciden los investigadores.

 

Prácticamente nadie está exento de tener o haber tenido alguna vez conductas homofóbicas, pero no porque estas sean naturales, reconocen los investigadores de la UNAM.

 

Todos hemos sido víctimas y victimarios de ese tipo de prácticas porque la intolerancia a la diversidad sexual se inculca y alienta en la mente desde temprana edad a través de instituciones como la familia, la iglesia o las instancias jurídicas. Además, la homofobia es algo tan cotidiano y presente en nuestro mundo que nos resulta sencillo aceptar y reproducir estas formas de violencia y discriminación”.

 

Aunque en años recientes sí ha habido cambios en la sociedad, pues se habla más abiertamente del tema de la diversidad sexual y se reconoce el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, no necesariamente significa que haya una mayor aceptación hacia las libertades sexuales.

 

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