Descubre como tus cambios afectan a tu familia

El hogar es el primer acercamiento a una verdadera integración. Es en donde se demuestra amor, respeto, educación y colaboración, bases esenciales para enfrentar la vida, por ello, ciertas decisiones generan cambios que afectan a la familia.

 

Numerosos autores han profundizado en los diferentes aspectos que están sosteniendo la estructura de la familia. Isidoro Berenstein, autor de Familia y enfermedad mental, explica que la es como un conjunto de elementos que se relacionan entre sí con un fin común.

 
¿Cómo las decisiones afectan a la familia?

 

Cada una de las conductas tiene consecuencias en la estructura familiar. Esto significa que lo que hacemos o lo que dejamos de hacer tiene influencia en los demás miembros de mi familia. Aquí algunos ejemplos.

 

Puede ser que una hija no encuentre novio. El motivo inconsciente puede ser no querer dejar sola a su madre viuda. Y precisamente por ser inconsciente no se da cuenta de ello.

 

Con el nacimiento del primer hijo porque toda la familia cambia. Puede ser que el padre se sienta celoso de la atención que la mamá le da al bebé. Puede ser que sienta nostalgia de la esposa que sólo lo atendía a él antes del nacimiento del bebé.

 

La mamá puede sentirse muy cansada y poco apoyada porque su pareja le demanda atención en lugar de ayudarla con los cuidados del nuevo miembro de la familia. Además, el impacto también se extiende hacia abuelos y tíos.

 

Un caso más es cuando alguien de la familia enferma: todos los demás miembros se ven afectados. Tienen que cambiar rutinas, alguien tiene que cuidar al enfermo y descuidar otra tarea.

 

Podemos citar otras situaciones como cuando el marido pierde el empleo. Esto puede obligar a su esposa a buscar trabajo y entonces puede ser que ella descubra potencialidades que no había desarrollado y que él descubra que su mujer es más capaz de lo que hasta entonces creía.

 

Berenstein explica que cuando hay conductas “malas” o "destructivas", como una adicción, la familia se divide. Todos acusan a uno de ser la causa de los problemas, cómo si esa persona ya no perteneciera al grupo familiar.

 

Si cambias tu, también tu familia

 

Lo importante es darnos cuenta que con frecuencia pasamos mucho tiempo intentando cambiar a los otros sin percatarnos de que cuando nosotros cambiamos, los demás también cambian.

 

Cuando siempre le resolvemos el problema al hijo, este se acostumbra a no dar solución a sus conflictos. Si no nos movemos de lugar, los demás tampoco se mueven.

 

Muchas situaciones familiares se resolverían si en lugar de querer que el otro sea como yo quiero que sea, reviso mis conductas y las cambio. Observar lo que sucede en el grupo familiar siempre será interesante.

 

Desde la elección del nombre de los hijos, lugares que ocupan en la mesa, costumbres que no se ponen a discusión hasta las intenciones de cambiar a los demás o de culparlos por lo que no funciona. Es notable cómo eso que no se dice son lazos invisibles que están tejiendo la estructura familiar inconsciente.

 

Los secretos que se transmiten de una generación a la otra, los eventos a los que se les cambia el nombre: se le dice “bebedor social” en lugar de alcohólico. O “tuvo un accidente” para no admitir que se suicidó, la culpa que se le atribuye a un miembro de lo que no funciona en la familia, todo esto es parte de ese entramado inconsciente que la une y sostiene.

 

Revisa las conductas, aprender de los errores y responsabilizarse de los actos antes que culpar a los demás pueden ser pasos que mejoren las relaciones de familia. ¿Consideras que tus decisiones han afectado a tus padres o hermanos?