Depresión reduce capacidad de aprendizaje y memoria

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La depresión afecta la memoria porque altera la función de la amígdala cerebral. Cortesía: Getty
Judith Santiago González

POR: Judith Santiago González

Estudió comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ama la naturaleza y le encanta explorar nuevos lugares.

03-02-2015

No solo impacta la calidad de vida, la depresión también afecta la memoria y reduce la capacidad de aprendizaje de quienes la padecen. Se calcula que en el 2020 va a ser la primera causa de discapacidad en el mundo.

 

Catherine Harmer, profesora e investigadora de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, dice que para las personas que viven con depresión les es difícil concentrarse, aprender o retener nueva información, así como decisiones o planificar.

 

Con la depresión se altera la función de la amígdala cerebral, que interviene en la consolidación de la memoria y aprendizaje. Esta es una especie de almendra ubicada en los lóbulos temporales del cerebro (a centímetros de las orejas).

 

 

Sin sentido por la vida

 

La depresión es un trastorno mental frecuente. Afecta a más de 350 millones de personas en el mundo. Las mujeres sufren el doble que los hombres, señala la Organización Mundial de la Salud.

 

Es una enfermedad severa que afecta al cerebro. Hace que las personas se sientan tristes por varias semanas, pierdan el interés y disfrute por la vida.

 

También puede haber pérdida o aumento de peso, falta de energía, problemas para dormir, ideas de muerte o de suicidio. Hay numerosas causas, entre ellas, factores genéticos, ambientales, sicológicas y bioquímicos.

 

En este sentido, Harmer agrega que estos sentimientos, además provoca bajo rendimiento en las actividades diarias. Lo anterior los lleva a perder su empleo, a bajar el rendimiento escolar y otros problemas para relacionarse socialmente.

 

¡No todo está perdido!

 

Gracias a los avances científicos, no todo está perdido. Si la depresión se trata a tiempo y de forma adecuada, la pérdida de memoria y aprendizaje, así como el gusto por la vida se recuperan, casi al mismo nivel que mantenía previamente.

 

La Doctora Harmer dice que la clave está en la función de los antidepresivos de última generación. Estos generan cambios, protegen el cerebro, estimulan la comunicación entre las neuronas.

 

Cuando la gente está deprimida es negativa. Es un proceso automático. Aunque los antidepresivos no son pastillas de la “felicidad”, los que contienen vortioxetina estimulan los procesos cognitivos y pensamientos positivos.

 

Las teorías sobre la función de los antidepresivos apuntan hacia la resolución de las áreas afectivas negativas, lo cual se asocia con mejoría gradual del estado de ánimo y en el funcionamiento social”, agrega la investigadora de la Universidad de Oxford.

 

Además de estos nuevos avances farmacológicos, la sicoterapia cognitiva, alimentación rica en frutas y verduras, así como el ejercicio, son los mejores aliados para dar batalla a la depresión.

 

Poco a poco, la ciencia abre más esperanzas en el tratamiento de enfermedades que amenazan el bienestar emocional de las generaciones actuales y por venir.

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