¿Cómo dejar de “acomplejarte” por tu cuerpo?

Los recursos tecnológicos empleados por las grandes compañías de  la moda y publicidad han ocasionado que los estándares de belleza actuales alcancen características “irreales” y, por consiguiente, “imposible de lograr”. Esto ha influidos en problemas como baja autoestima o complejos corporales por parte de las mujeres.

De acuerdo a un estudio realizado por la psicóloga y profesora de la Universidad de Yale Susan Nolen-Hoeksema, las mujeres pasan 335 horas por año pensando en  su imagen, es decir, casi una hora en promedio por día. Y eso no es todo, 60 % de mujeres adultas tienen pensamientos negativos sobre ellas mismas cada semana.

  Ama tu reflejo

La imagen corporal es la representación del cuerpo que cada persona construye en su mente y la vivencia que tiene del propio cuerpo. Una cosa es la apariencia física y otra distinta la imagen corporal, personas con una apariencia física que se aleja de los cánones de belleza pueden sentirse bien con su imagen corporal y de modo contrario”, así lo expresan los expertos en psicología Salaberria y Karmele.

Sin embargo, es posible una aceptación de nuestra imagen corporal. Aquí te damos tres tips para que lo consigas, con información de Discovery.

1. Distracción.  Cuando empiecen las imágenes en tu mente. ¡Evítalas!  El deporte puede ser ideal para desconcentrarte de problemas o puedes elegir una actividad artística como la pintura, que te permita sublimar tus fantasmas.

2. Pensamientos positivos. Anótate en actividades que estimulen ideas optimistas y simples en tu cabeza: el yoga o la meditación pueden ser buenas opciones.

3. Embellécete también por dentro. Lee un libro o toma un curso.  A veces, nos obsesionamos   con la imagen tan sólo porque es muchísimo más fácil que hacerlo con lo que no nos gusta de nuestra personalidad. ¡Intenta un cambio!

Recuerda que eres la única persona que puede construir una imagen corporal de si misma, que sea lo suficientemente buena para que te haga sentir bien. Ya que la única opinión que debe importante es la tuya. ¡No lo olvides!