Cirugías plásticas: delgada línea entre belleza y obsesión

Desde el principio de los tiempo la sociedad ha determinado cual es el prototipo físico que se debe tener para ser aceptado, bello y feliz. Esta “imagen perfecta” ha variado o ha sido modificada a través de las épocas, la visión de los medios, la publicidad y los productos.

 

Los medios de comunicación bombardean al público con imágenes de “seres perfectos” que sirven como referencia para que éstos establezcan comparaciones, que a la larga ocasionan que las personas quieran e intenten parecerse a ellos.

 

Al principio, intentan alcanzar dicho prototipo realizando actividad física o practicándose alguna pequeña cirugía estética para verse y sentirse mejor ante sus ojos y el de su entorno.

 

Pero en ocasiones el querer lograr un “modelo o patrón” definido puede ocasionar un incremento desmedido de cuidados estéticos, malos hábitos alimenticios, exageración en la realización de actividades deportivas e incluso “adicción” a la cirugía plástica.

 

Los medios de comunicación, la publicidad y la sociedad son de gran influencia para la población, sobre todo en lo referente a la apariencia. Por ejemplo, estudios demuestran que las personas que son más atractivas tienden a tener mejores trabajos, salarios y a ser mucho más sociables que las menos atractivas”, afirma la socióloga Fiorela Fernades.

 

Por otra parte, el sicólogo Saúl Rodríguez cree que el grado de autoestima y los principios morales inculcados en casa, también son determinantes para la formación y toma de decisiones del individuo.

 

Si una persona desea hacerse algún arreglo para verse y sentirse bien, no hay problema pero si la idea de la perfección no la deja tranquila y comienza a obsesionarse con mejorar partes de su cuerpo mediante la cirugía y cada vez este comportamiento se vuelve más y más repetitivo, puede que este padeciendo del TDC o trastorno de fealdad imaginaria”, revela el sicólogo Gilberto Aldana.

 

Trastorno dismórfico corporal

 

El trastorno dismórfico corporal es una enfermedad siquiátrica que se manifiesta como una gran preocupación por un efecto de la apariencia inexistente.

 

 

Los que la padecen intentan mediante repetitivas intervenciones quirúrgicas lograr “la perfección” de su cuerpo, sin embargo, jamás cerrarán el ciclo de operaciones debido a que jamás estarán conformes con los resultados, afirma el sicólogo, Gilberto Aldana.

 

Recomendaciones para evitarlo

 

A continuación algunas recomendaciones dadas por los especialistas entrevistados:

 

1. Antes de cualquier intervención quirúrgica es importante realizarle al paciente un examen psicológico para determinar si un candidato apto. Sobre todo si se trata de un infante.

 

2. Es de gran importancia consolidar en el crecimiento las interacciones familiares y sus vulnerabilidades para que un futuro no se vean afectada su salud física y mental.

 

3. Los cirujanos deben darle un alto a los pacientes que abusan de las operaciones estéticas o desean hacerse una cirugía que no es necesaria.

 

4. Los cirujanos deben recordar que la salud de sus pacientes debe ser prioridad, además de que en cada operación que realicen quedará plasmada su firma.

 

5. Si un individuo se siente inconforme con su apariencia, antes de pensar realizarse una operación, es recomendable que prueben con algún tipo de actividad física o tratamientos no invasivos.

 

6. Si un individuo siente que su percepción de sí mismo es negativa o le empiezan a comentar que esta fuera de control con las cirugías, debe dirigirse a un especialista.

 

Conoce más de Noticias24

 

- BBC Mundo: ocho trucos para adelgazar sin pensarlo

- Prueba de ADN de la sangre de una embarazada es más eficaz para detectar el síndrome de Down

- BBC Mundo: Los mejores ejercicios para tonificar los glúteos