Ciencia explica razones del egoísmo

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El egoísmo se genera en la amígdala, una región del cerebro que controla las respuestas instintivas de supervivencia/ Cortesía: Photos.com
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Lau Martínez. Colaboradora

Estudió periodismo y comunicación en la UNAM. Desde hace 6 años vive en Madrid y colabora como corresponsal en Salud180.com. Siguel@ en:

19-02-2013

La escritora y socióloga española Concepción Arenal dice que “los grandes egoístas son el plantel de los grandes malvados”. Y esto puede ser una gran verdad. Cuando se piensa demasiado en uno mismo, se pierde la perspectiva de las cosas y se destruye la relación con los demás.

 

Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, revela que la región de nuestro cerebro donde se aloja el egoísmo se ubica en la amígdala basolateral, una zona que controla respuestas instintivas de supervivencia. Estas respuestas tienen mucho que ver con el egoísmo o la auto-procuración.

 

Esta teoría podría estar relacionada con otro estudio científico que explica por qué los niños suelen ser egoístas con sus juguetes. El reporte, publicado el año pasado en la revista Neuron, señalaba que la inmadurez de cierta área cerebral está relacionada con el egoísmo infantil.

 

De acuerdo con Scientific America, el subdesarrollo de un área de control de impulsos eléctricos es la responsable del comportamiento egoísta de los pequeños.

 

En la investigación participó un grupo de niños de entre seis y 14 años, a quienes se les asignaron dos tareas similares de decisión que implicaba el intercambio de fichas de póquer con receptor anónimo. Las fichas eran canjeadas por premios.

 

La tarea uno consistía en una oferta que hacia un niño al receptor y no tenía consecuencia alguna, sin embargo, la segunda tarea requería de una estrategia social, porque el receptor anónimo podía rechazar la oferta de fichas si era injusta o si sabía que ninguno iba a recibir algo a cambio.

 

En ambas pruebas niños mayores se comportaron de modo similar. En cambio los niños más pequeños hacían ofertas malas y también estaban más dispuestos a aceptarlas aunque supieran que eran injustas.

 

Con imágenes del cerebro de los niños se determinó que en los más pequeños había una menor actividad en el control de impulsos en la corteza prefrontal, el área del autocontrol y la toma de decisiones. Y tú, ¿eres una persona egoísta?

 

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