Beber esto es letal para tu cuerpo…

Después de Europa, América Latina es la segunda región en el mundo con mayor consumo per cápita de alcohol. Y nuestro país ocupa el lugar número 10 de esta lamentable estadística.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), conocido como el “Global status report on alcohol and health 2014”, México consume 7.2 litros per cápita por año.

  ¡Trata de evitarlo!

1. Daña la salud de manera irreversible

Incrementa el riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades como la cirrosis y algunos tipos de cáncer. Es especialmente nocivo para nuestro hígado y provoca también enfermedades del sistema digestivo y coronarias.

En cuanto al cáncer, nuestro organismo puede transformar el alcohol en acetaldehído, un potente cancerígeno. Los tipos de neoplasias más comunes en bebedores frecuentes son de boca, faringe, laringe, esófago e hígado. Los riesgos de poseer cáncer aumentan si la persona también consume tabaco.

2. El alcohol engorda

Las bebidas alcohólicas son ricas en azúcar y otras calorías vacías que no aportan nutrientes. En el caso de las bebidas que se mezclan con refrescos carbonizados y azucarados, se convierte en una bomba calórica.

El alcohol contiene una media de 7 calorías por gramo. Además provoca retención de líquidos y celulitis. Beber alcohol suele asociarse al consumo de dulce y a la relajación de nuestra dieta.

3. Ocasiona muertes de forma indirecta

Su ingesta puede ser la causa, por ejemplo, de actos violentos (en España, es la causa de la mitad de los casos de muerte por violencia doméstica). Puede estar presente en una infinidad de accidentes, como laborales o de carretera entre otros (el 47% de las muertes son por un consumo excesivo de alcohol y otras drogas).

Incluso es la causa, en muchos casos, de contagio de SIDA y otras enfermedades sexuales. Está demostrado que las personas que abusan de esta sustancia tienen más probabilidades de comprometerse en conductas de riesgo como relaciones sexuales sin protección.

4. El alcohol es malo para la piel

Elimina los nutrientes que generan oxígeno imprescindible para nuestra dermis y la debilita frente a los radicales libre. Además, reduce la vitamina A lo que deshidrata, quita flexibilidad y espesor a la piel.

La deficiencia de oxígeno y suministro de vitamina A también inhibe la producción de colágeno y elastina, agotando la firmeza y juventud de la dermis. El envejecimiento prematuro significa que las arrugas y la decoloración de la piel se producen antes de tiempo. De hecho, muchos bebedores tienen manchas y rosetones visibles y similares a los efectos de la rosácea.

5. Disminuye la libido y afecta negativamente a la actividad sexual

Aunque suele creerse que por su efecto desinhibidor el alcohol es un potenciador sexual, es todo lo contrario. Su elevado consumo, en muchos casos, provoca disfunción eréctil y puede causar infertilidad.

6. Afecta nuestra conducta

El alcohol genera dependencia. Puede cambiarnos el carácter y el humor y volvernos violentos. Además de hacernos parecer ridículos en algunas ocasiones. Está demostrado que afecta las conexiones neuronales del cerebelo, zona de la que dependen el aprendizaje y la memoria y la coordinación motora.

7. Perjudica nuestro descanso y altera el sueño

Afecta la duración y la calidad del sueño. Aunque en un principio el alcohol nos ayuda a dormir en la segunda mitad del sueño aumentan las alteraciones por lo que descansamos menos y peor. El descanso es más fragmentado.

Un último dato que nos invita a la reflexión: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el alcohol, junto al tabaco, la dieta y la falta de ejercicio, constituyen el cuarteto de causas previsibles de muerte en el mundo. La OMS relaciona el alcohol con 3.3 millones de muertes en el planeta cada año.