Acciones “sencillas” para lograr la felicidad en el presente

No quiero pecar de ingenua, pero soy de las que piensa que la felicidad está en las pequeñas cosas. Aunque también estoy convencida de que el bienestar de una persona reside en muchos factores externos: un buen trabajo, unas necesidades económicas mínimas satisfechas o una vivienda digna, entre otros factores, son determinantes para alcanzar la felicidad.

Algunas investigaciones psicológicas señalan, no obstante, que si somos capaces de experimentar alegría y bonanza a través de sencillas acciones, podremos ser mejores y más plenos seres humanos. Lo importante es aprender a identificar, potenciar y asegurarnos de que esas “pequeñas cosas” puedan convertirse en hábitos placenteros.

  Felicidad al alcance de tus manos…

1. Socializar, practicar sexo y hacer ejercicio físico. Según un estudio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), realizado por los psicólogos Matthew A. Killingsworth y Daniel T. Gilbert, las mayores cotas de felicidad se alcanzan cuando se realiza alguna de estas tres actividades. Según un estudio empírico publicado en la American Economic Review, el sexo está el primero de la lista de una serie de 20 actividades asociadas a la felicidad.

2. Concentrarnos en lo que hacemos. Cuanto más dispersa esté nuestra mente, más infelices seremos, y viceversa. “Una mente concentrada es una mente feliz”, aseguran los científicos de esta universidad. Asimismo, la investigación señala que los trabajadores que están pensando en algo distinto a la tarea que realizan (un 46% según sus cálculos) son mucho más infelices. La capacidad para concentrarse tiene unos efectos emocionales positivos, por lo que merece la pena intentarlo para alcanzar la felicidad.

3. Sonreír y potenciar el sentido del humor. El sentido del humor tiene un fuerte valor terapéutico, pero el mero hecho de sonreír es un hábito que nos ayudará a enfocar las situaciones desde una óptica mucho más positiva. Además, ayuda a hacer menos dramáticas las situaciones difíciles, a potenciar los buenos momentos y a pensar de forma racional, al proporcionar sentimientos positivos de alegría y gozo, así como nuevas herramientas para afrontar los problemas.

4. Evitar compararnos con quien es superior a nosotros. Las comparaciones son odiosas, máxime cuando se tratan de establecer con alguien que está en una situación de superioridad. Según una investigación de Isabelle Bauer, psicóloga del Cognitive Behavioural Therapy Associates, cuando nos comparamos con personas que están en mejor situación que nosotros sólo conseguiremos sentirnos mal. Por el contrario, y aunque parezca un tanto políticamente incorrecto, suele reportar sensaciones satisfactorias el hecho de compararse con quien está en peor situación.

5. Ejercitar la mente. Realizar tareas cognitivas complejas, principalmente aquellas relacionadas con las matemáticas, permiten mejorar el estado de ánimo y aplaca las emociones negativas. Nada mejor que ponerse a calcular la declaración de la renta cuando se te pase por la cabeza volver con tu ex.

6. Dormir la siesta.  Según los resultados de un estudio publicado en el Journal of Sleep Research, las personas que duermen diariamente la siesta son capaces de recordar mejor los conceptos aprendidos durante el día y tienen una mejor capacidad para afrontar y resolver problemas complejos, sobre todo si se alcanza la fase REM. En definitiva, la siesta no es una pérdida de tiempo, sino todo lo contrario, pues contribuye a que seamos más felices y encararemos de una forma más positiva el resto del día.

Para alcanzar la felicidad solo basta valorar ciertas acciones cotidianas, sencillas pero satisfactorias, y que normalmente sólo apreciamos cuando las perdemos, ¿no te parece?