8 señales para identificar el bullying

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“El valiente dura hasta que el cobarde quiere”, pero quién es la víctima y el agresor. De acuerdo con el sociólogo Robert Faris la mayoría de los blancos más probables de los acosadores son los mismos acosadores/Fuente: Photos.com
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Diana Oliva

Estudió periodismo en la FCPyS. Es aficionada a la literatura clásica y su mayor pasión son los perros.

20-09-2013

Se habla mucho sobre el acoso físico y emocional que sufren los niños y jóvenes en las escuelas; sin embargo, ¿cómo identificar el bullying y el papel que tiene nuestro hijo en esta situación de violencia?

 

“El valiente dura hasta que el cobarde quiere”, pero quién es la víctima y el agresor. De acuerdo con el sociólogo Robert Faris, la mayoría de los blancos más probables de los acosadores son los mismos acosadores.

 

Para Faris, el bullying es un “combate social” en el que la mayor parte del acoso ocurre a la mitad de la jerarquía social de la escuela, en donde los estudiantes forcejean entre sí para alcanzar un estatus más altos.

 

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  Bullying, juego que daña por dentro y fuera…

 

Como en un juego, cada infante lucha por ser el ganador sin importar el mecanismo que emplea (en este caso puede ser la violencia, agresión verbal o sexual). ¿Cómo saber que tu hijo es parte del bullying, ya sea cómo víctima o agresor? Salud180.com, con información de la Secretaría de Seguridad Pública a través de su “Guía del taller de Prevención del Acoso Escolar”:

 

1. Agresor. Suele ser fuerte físicamente, impulsivo, dominante, con habilidades sociales que le permiten manipular, realiza frecuentemente conductas antisociales.

 

2. No sienten culpa con la conducta acosadora que ejercen.

 

3. Víctima. Es un niño  tímido, inseguro, excesivamente protegido por los padres.

 

4. Tiene desventajas físicas y sociales frente al agresor.

 

5. Espectador. Es un compañero que es testigo  de la situación de intimidación y puede  reaccionar de distintas maneras: aprobando, reprobando o negando la agresión.

 

6. Tienen dificultad para establecer relaciones (agresor y víctima).

 

7. Autoestima desequilibrada (víctima).

 

8. Insensibilidad ante las agresiones cotidianas (espectador).

 

Para prevenir esto, es necesario que los padres identifiquen el bullying y el papel que tiene su hijo en él; ya que todas las partes sufren un daño, sea físico o emocional. Si deseas saber un poco más  o quieres orientación puedes acudir a la Fundación en Movimiento que ayuda en la prevención y control del bullying.

 

Recuerda, ¡vivir con violencia no debe ser una opción!

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