6 mitos de la pérdida de audición

Los problemas auditivos afectan alrededor de 10% de la población y pueden ocurrir a cualquier edad. Este deterioro puede ser causado por ciertas enfermedades o al exponerse a ruidos muy fuertes, por ello es importante conocer algunos mitos de la pérdida de audición para estar alertas y evitar su deterioro.

En entrevista para Salud180, Mariana Mejía Turnbull, audióloga de Comaudi y maestra en Ciencias en Audiología por The University of Manchester en Reino Unido, explica que hay diferentes tipos de pérdidas auditivas.

Una de ellas es la pérdida de audición llamada sensorineural. Se produce por problemas en el oído interno y externo que difícilmente se recupera. Otra es la pérdida conductiva, cuya lesión se localiza en la parte externa, media e interna y se puede curar con tratamiento. Mientras que la pérdida mixta se da en el interior y exterior del oído, para este caso se recomienda el uso de un aparato auditivo.

  Mitos sobre la audición

1. Por exceso de cerumen es la causa principal por la que muchas personas no escuchan. Esto no es verdad, puesto que el deterioro podría ser causado por otros factores como ciertas enfermedades (gripe) o por la exposición a intensos ruidos.

2. Pérdida auditiva es solo para personas de edad avanzada. Esto es falso porque en cualquier etapa de la vida puede surgir este problema. 

3. Para todo tipo de pérdida solo se usa un aparato especial. Esto no es así porque según sea el daño auditivo se recomienda uno específico que brinda beneficios exclusivos.

4. Los que tienen pérdida auditiva son sordos. Falso porque quienes sufren sorderas tienen pérdidas muy profundas.

5. Los aparatos no brindan buenos beneficios. Al contrario, existen aquellos que mejoran la calidad en la audición y vida de los pacientes.

6. Diagnostico nada más requiere de un estudio. Para tener la certeza del daño en la audición es necesario realizar diferentes tipos de análisis.

Con el fin de derrumbar los mitos en torno a la pérdida de la audición, Mariana Mejía sugiere buscar información confiable y en caso de algún síntoma inusual acudir con un audiológo. 

Agrega la necesidad de realizarse un estudio anual porque estamos expuestos a diversos factores de riesgos como el ruido, infecciones, problemas genéticos, entre otros. ¿Has notado que ya no escuchas igual que hace unos años?