5 tips vs comer emocionalmente

Comer emocionalmente es una manera de suprimir o aliviar las emociones negativas, como comer por ansiedad, estrés, ira, miedo, aburrimiento, tristeza y soledad. Este patrón alimenticio puede evitar que bajes de peso, si es que te encuentras a dieta.

Existen diversos factores que pueden ocasionar este tipo de conductas o trastornos; entre los más frecuentes se encuentran el desempleo, la presión económica, problemas de salud, conflictos en las relaciones, estrés laboral, mal tiempo y fatiga.

Si te consideras una persona propensa a comer emocionalmente, puedes tomar algunas medidas para recuperar el control de tus hábitos alimenticios y volver a plantear tus objetivos de peso. Por lo que en Salud180.com, te presentamos unos tips para controlar esa forma de comer y los antojos:

1. Lleva un diario. Anota lo que comes, cuánto comes, cuándo comes, cómo te siente cuando comes y cuánta hambre sientes. Con el tiempo, podrás identificar algunos patrones que revelan la conexión entre el humor y la comida.

2. Busca apoyo. Es más probable que cedas a comer de manera emocional si careces de una buena red de apoyo. Pide ayuda a tu familia y amigos, o considera unirte a un grupo de apoyo.

3. No te prives. Cuando estás tratando de bajar de peso, lo más común es que dejes de comer aquellas golosinas o comidas que suelen tener una elevada cantidad de calorías, lo cual sólo puede provocar que aumenten tus antojos, especialmente en respuesta a las emociones. Lo recomendables es que disfrutes ocasionalmente de esos alimentos, sin excepciones, para que comiences a controlar de mejor manera los antojos.

4. Duerme lo suficiente. Es muy frecuente que si no descansas adecuadamente te falte energía, lo cual conlleva a comer algunos alimentos con muchas calorías que te brinden energía para contrarrestarlo. Mejor toma una siesta o acuéstate más temprano para que duermas bien.

5. Ayuda profesional. Si ya has probado varios métodos para controlar tu manera de comer pero sin éxito, la terapia puede ayudarte a entender las motivaciones detrás de tu forma de comer, así como nuevas habilidades para afrontarlo. También puede ayudar a detectar si presentas un trastorno alimenticio, que a veces se conecta a esta forma de comer.

Es importante que si llegas a comer emocionalmente, sepas perdonarte a ti mismo y empezar de nuevo al día siguiente. Trata de aprender de la experiencia y hacer un plan de cómo se puede prevenir en el futuro.

Enfócate en los cambios positivos que has hecho en tus hábitos alimenticios y reconócete por modificar estos patrones, lo cual te va a conducir a una mejor salud.

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