5 hábitos que hacen que tu cuerpo evolucione

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Entender cómo se han desarrollado y evolucionado las distintas partes del cuerpo humano, desde nuestros primeros antepasados hasta hoy, nos permite conocer cómo funciona nuestra fisiología/ Fuente: Photos.com
Lau Martínez. Colaboradora

POR: Lau Martínez. Colaboradora

Estudió periodismo y comunicación en la UNAM. Desde hace 6 años vive en Madrid y colabora como corresponsal en Salud180.com. Siguel@ en:

28-03-2014

Entender cómo se han desarrollado y evolucionado las distintas partes del cuerpo humano, desde nuestros primeros antepasados hasta hoy, nos permite conocer cómo funciona nuestra fisiología.

 

Un reciente artículo de Gertrudis Uruchurtu, química farmacobióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México, publicado en ¿Cómo ves?, revista de divulgación científica de la UNAM, ilustra la forma en que determinados hábitos han contribuido a evolucionar nuestro cuerpo.

  Ejemplos de nuestra evolución

 

El artículo de la doctora Uruchurtu, basado en las investigaciones del biólogo Dennis Bramble, de la Universidad de Utah, y el paleoantropólogo Daniel Lieberman, de la Universidad de Harvard, ofrece varios ejemplos:

 

1.- Los seres humanos no estamos hechos para correr rápido, pero sí para correr distancias largas. De acuerdo con Bramble y Lieberman, la carrera de resistencia fue crucial en la evolución del Homo Sapiens y el cuerpo cuenta con los elementos anatómicos y fisiológicos necesarios para ir a paso veloz durante mucho tiempo.

 

Esta es la evidencia de que estamos mejor adaptados para la carrera de resistencia que muchos otros mamíferos. En contra de lo que muchos piensan, el maratón no es un deporte que le exija al cuerpo más de lo que éste puede dar.

 

2.- Al correr, los animales mantienen su estabilidad gracias a la cola. El movimiento de ésta contrarresta la tendencia a caer hacia delante que provoca la inercia de cada zancada. En nuestro caso, como no tenemos cola, el tronco se inclina hacia delante cada vez que el pie golpea el suelo, y el glúteo máximo, que es el músculo más potente del cuerpo humano, se contrae e impide la caída.

 

La cintura relativamente angosta unida al tórax móvil permite que los movimientos alternos de brazos y hombros contrarresten también la tendencia a caernos.

 

3.- Para funcionar bien, el organismo debe mantenerse a una temperatura de menos de 40 °C, de lo contrario los procesos bioquímicos de las células empiezan a fallar y algunas proteínas pierden su estructura. Todos los organismos tienen un sistema de enfriamiento, pero ninguno es tan eficiente como el nuestro.

 

Los humanos, a diferencia de la mayoría de los animales, tenemos en la piel millones de glándulas sudoríparas para eliminar el agua a través del sudor. La cantidad de agua eliminada es directamente proporcional a la elevación de la temperatura. Al evaporarse, el sudor absorbe grandes cantidades de calor, con lo que se enfría la piel y a través de ella todo el organismo. Como, a diferencia de los animales, nuestra piel no está forrada de pelo, el aire también puede contribuir a nuestro enfriamiento.

 

4.- Nuestro sistema inmune está diseñado fundamentalmente para defendernos de los microorganismos que nos rodean. Sin embargo, nuestra vida se desarrolla en un entorno cada vez más limpio lo que puede provocar que, ante la falta de estímulos infecciosos y el uso masivo de antibióticos, la inmunidad se dirija erróneamente contra nosotros mismos, a través de alergias, hipersensibilidades o enfermedades auto inmunes.

 

5.- La anatomía del pie es el resultado de años de evolución. La mayor parte del tiempo, el hombre ha caminado descalzo y las extremidades inferiores se han adaptado a esa circunstancia. Entonces, ¿por qué usar zapatillas?

 

Un estudio de Daniel Lieberman reveló las ventajas biomecánicas de correr descalzo, que tendrán consecuencias médicas, para los deportistas y para la industria del calzado.

 

Lieberman explica que las zapatillas facilitan una forma de correr (apoyo con el talón) que parece ser diferente del modo en el que lo hacen los que van descalzos y esto podría tener ciertas implicaciones a la hora de ayudar a algunas personas a evitar lesiones, una hipótesis que debe ser aún probada".

 

No cabe duda de que la historia de la evolución humana nos permite conocer mejor nuestro organismo, con todos sus defectos y virtudes.

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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