5 consejos fascinantes para una limpieza adecuada de la piel sensible

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De acuerdo con la American Academy of Dermatology, la piel sensible es aquella que es más propensa a padecer problemas como acné, rosáceo, ardor, escozor y dermatitis de contacto (alergias e irritantes), pero el común denominador es la inflamación. Cortesía: Photos.com
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POR: Salud180.com

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26-06-2014

Los cuidados que tenemos diariamente con nuestro organismo dependen de los factores que más nos afectan, las dietas y ejercicios por ejemplo son acorde con lo que nos beneficia, de igual manera la limpieza de la piel sensible debe ser específica.

 

De acuerdo con la American Academy of Dermatology, la piel sensible es aquella que es más propensa a padecer problemas como acné, rosáceo, ardor, escozor y dermatitis de contacto (alergias e irritantes), pero el común denominador es la inflamación.   Limpieza delicada, menos daños

 

Por su parte Juan Arenas, dermatólogo y asesor clínico profesional en Beiersdorf, empresa alemana, explica que este tipo de piel es vulnerable a agresores externos como el frío, calor, contaminación, sol y aire acondicionado.

 

También hay  factores internos que determinan el daño en la piel sensible como la herencia genética, un sistema inmune delicado o las alergias

 

Si es tu caso tener la piel sensible y has notado que la rutina de limpieza se te complica, desde el lavado de cara hasta la ducha, te damos los siguientes consejos para que las lleves a cabo con efectividad de acuerdo con el médico Arenas:

 

1. Usa productos especiales. La higiene debe realizarse con productos hipo alergénicos y suaves, que no sean agresivos; los oleo-geles lipídicos son una buena opción ya que actúan sobre la piel limpiando y reforzando la barrera protectora cutánea.

 

2. Utiliza las manos. Para la piel sensible las esponjas o los zacates no son recomendados porque exfolian demasiado la epidermis, por ello aplicar los productos con tus manos y frotar suavemente será suficiente para eliminar los residuos.

 

3. Evita el agua caliente. Lo ideal, recomienda el dermatólogo, es que el agua este “templada”, entre los 28 o 30 grados.

 

4. Cuenta el tiempo. Si tienes la piel sensible el tiempo de tu ducha no debe exceder los diez minutos, ya que de lo contrario estás expuesta a que tu epidermis pierda mayor barrera protectora.

 

5. Secado suave. Para quitar el exceso de agua en tu rostro y cuerpo, el experto recomienda usar toallas de rizo y no frotar excesivamente la piel para secarla, dale golpesitos que consuman el líquido.

 

Todo el proceso de limpieza de la piel sensible, debe complementarse con una correcta hidratación explica Juan Arenas, trata de que los productos que uses para tal función contengan lípidos y vitamina B5, ya que no sólo hidratan, también nutren y regeneran la epidermis.

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