Manipulación emocional: ¡libérate de los chantajistas!
Estamos rodeados de gente manipuladora, te des cuenta o no, pero siempre hay alguien que pretende controlar a los demás para su propio beneficio o simplemente por la satisfacción de que pueden hacerlo, de que son capaces de influir y hacer que el otro (tú), actúes como ellos quieren.
Son hábiles para utilizar técnicas de persuasión y sugestión mental, lo peor es que lo hacen de manera “natural”. Dictan órdenes y cuando menos te lo imaginas, vas perdiendo tu capacidad crítica y autocrítica.
La mayoría de los manipuladores son egoístas y malintencionados. Suelen tener una estructura psicológica perversa, tipo psicópata. Puede parecer simpático, incluso como una víctima.
Existen diferentes tipos de manipulación emocional. Por ejemplo:
- Manipulación altruista: artimaña que usa el manipulador para aceptar un favor que no has pedido para que te sientas en deuda. Se adelanta a tus necesidades ofreciéndote recoger a tus hijos, o invitándote un café o llevándote un regalo.
- Manipulación salvadora: intenta venderte la idea de que “no serías nadie” sin esa persona, trabajo, creencia o circunstancia.
- Manipulación experta: te lleva a creer que algo es bueno y adecuado para ti porque es lo que hacen los demás. “x número de hombres no pueden estar equivocados”.
- Manipulación del sabio: alardea con recursos y conocimientos, le gusta seducir a través del intelecto y te manipula haciéndote sentir ignorante.
- Manipulación encantadora: actúa como generador de proximidad emocional. Es extrovertido, sonriente e induce a la confianza.
- Manipulación narcisista: utiliza la mentira, la coacción y la amenaza. Muy frecuente en estafas.
- Manipulación psíquica: herramienta de tortura que usa el miedo, la angustia, la sugestión, la devolución y la culpa para ejercer control.
La gente manipuladora siempre busca alguien sumiso, tímido o emocionalmente débil para conseguir su perverso objetivo. Si identificas que cerca de ti hay un manipulador, no intentes confrontarlo, simplemente date cuenta y no accedas a dar el control de ti mismo.
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