¿Tienes memoria fotográfica?

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La memoria eidética o de recuperación, mejor conocida como memoria fotográfica, se refiere a la capacidad de un individuo que puede recordar con precisión una gran cantidad de imágenes, sonidos y objetos en un volumen ilimitado.
J. Manuel Reyes

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

18-01-2013

La memoria eidética o de recuperación, mejor conocida como memoria fotográfica, se refiere a la capacidad de un individuo que puede recordar con precisión una gran cantidad de imágenes, sonidos y objetos en un volumen ilimitado, según elaprendizaje.com

 

La mayoría de los científicos, de acuerdo con psicoblog.com, piensan que la memoria fotográfica no es una cualidad especial de la memoria, sino que se debe a momentos en los que el cerebro procesa y almacena la información de forma distinta a la habitual, por cualquier causa, haciendo que ese recuerdo quede grabado de forma casi indeleble en nuestra memoria.

 

La mayoría de las personas recordamos tan solo los detalles importantes de un hecho y olvidamos los accesorios, para guardar sólo información útil en nuestro cerebro.

 

Las personas con memoria fotográfica, por el contrario, almacenan grandes cantidades de información que no les resulta útil, sino que representa una carga.

 

Hasta el momento se conoce que es más común entre los niños y adolescentes y que con la edad va disminuyendo la capacidad para recordar los detalles; sin embargo, la memoria eidética también ha sido descrita en algunos casos de autismo y Síndrome de Asperger.

 

La imagen eidética es diversa del resto de las imágenes mentales, debido a que las imágenes que la mayoría de las personas captan y guardan en su memoria, generalmente tienen colores diversos de la original y adquieren cierto movimiento en relación con los movimientos de los ojos con el cual la escaneamos.

 

La imagen eidética no es controlada voluntariamente por la persona y usualmente puede atenuarse y desaparecer de manera involuntaria, pedazo por pedazo para no recuperarse más. Dura alrededor de medio minuto o poco más y para destruirla a veces basta simplemente con parpadear.

 

Para saber si somos poseedores de esta rara memoria, basta mirar con atención una imagen relativamente compleja durante unos 30 segundos. Luego, le pedimos a alguien que la retire e intentamos recordar todo lo posible sin separar la vista del sitio donde se hallaba la imagen.

 

La clave en el proceso de identificación de una persona con memoria fotográfica radica en que, aunque las imágenes no están presentes, son capaces de recordarlas en todo su nivel de detalle, tal como si la estuviesen viendo.

 

 

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