Nutrición vs ictericias en recién nacidos

La ictericia es una condición que se presenta cuando los niveles de bilirrubina en la sangre aumentan. La bilirrubina es una sustancia química de color amarillo contenida en los glóbulos rojos de la sangre, la cual es degradada en el hígado luego de que los glóbulos rojos cumplen con su ciclo de vida para poder ser remplazados.

Cuando el hígado no puede degradar correctamente determinados niveles de bilirrubina, ésta se acumula haciendo que la piel y la parte blanca de los ojos se pongan amarillentas.

Muchos bebés sanos pueden presentar ictericia en su primera semana de vida, aproximadamente 60% de los cuales presentan niveles de bilirrubina en grado leve, la cual desaparece al cabo de unos días.

La razón por la cual los recién nacidos pueden presentar ictericia es porque cuando se encuentran dentro del vientre materno, la placenta es la encargada de eliminar la bilirrubina del cuerpo.

Sin embargo después del nacimiento, es el hígado del bebé, y  no la placenta, el encargado de eliminar la bilirrubina. Este tipo de ictericia es conocida como “fisiológica” y al cabo de 2 semanas suele desaparecer sin causar ningún problema.
 

Ictericia secundaria a la mala técnica de lactancia: se presenta en bebés durante la primera semana de vida y se asocia a una alimentación pobre o a que no hay suficiente leche en la madre o tarda mucho en salir.

En pocas palabras, la alimentación no es suficiente, lo que resulta en estreñimiento y deshidratación. En este caso es importante que la mamá no se desespere, que intente la lactancia a libre demanda y, si es necesario, se complemente con alguna fórmula láctea.
 

Ictericia secundaria de la leche materna: puede aparecer en algunos bebés luego de la primera semana de vida y puede deberse a la forma en que las sustancias en la leche materna (ácidos grasos y beta glucoronidasas) afectan la descomposición de la bilirrubina por el hígado.

Cuando la lactancia materna es la causa, las tomas de leche se deben dar con mayor frecuencia, pero si ni así los niveles de bilirrubina disminuyen, se debe considerar la sustitución por algunos días por fórmula láctea. Luego se podrá volver a introducir la leche materna si no se observa de nuevo un aumento en las concentraciones de bilirrubina.

Por otro lado, existe otro tipo de ictericia que puede ser grave y que se da por un incremento en el remplazo de los glóbulos rojos, a consecuencia de anormalidades en las células sanguíneas, incompatibilidades de grupo sanguíneo entre bebé y madre, infecciones o por parto prematuro.

Si detectas que tu bebé presenta un color amarillo, es importante que lo lleves de inmediato al hospital o con el pediatra. La mayoría de las veces suele no ser grave y el tratamiento consiste en la fototerapia, así como en alimentar e hidratar adecuadamente al bebé, para asegurar la correcta excreción se la bilirrubina del cuerpo.

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