No puedes parar de reír…

La risa es un fenómeno biológico que produce cambios transitorios en la expresión facial, propiciados por la contracción de determinados músculos, además de que va acompañada de sonidos y variaciones de la respiración; pero, ¿qué te hace reír?

Ésta suele ser asociada a la alegría y buen humor; sin embargo, puede tener otra connotación, ejemplo, de enfermedad, sobre todo si se convierte en una risa patológica.

La risa patológica se caracteriza por ser una acción incontrolable que se desprende sin ningún motivo. Este tipo de episodios suelen tener un carácter asfixiante y pueden durar hasta media hora y terminar en  llanto. 

De acuerdo al artículo “Neurología de la risa y del humor”, publicado por la revista Neurología, puede considerarse que una persona tiene una risa patológica cuando ésta posee las siguientes características: 

1.  Se presenta sin un estímulo específico.

2.  No se relaciona con un cambio afectivo.

3. Su intensidad y duración están fueran del control del sujeto que la ‘padece’, que puede tener consciencia de que la risa es inapropiada y reconocer que no existe un estímulo desencadenante, o bien éste es trivial o de valencia emocional contraria.

  ¿Lo qué te hacer reír es síntoma de enfermedad?

Un estudio realizado por el Instituto de Psicología de la Universidad de Freiburg, en Alemania, y publicado en la revista científica Epilepsia, descubrió que  más de la mitad de los pacientes que sufren este tipo de patología neurológica ve disminuido su cociente intelectual en la edad adulta, además, puede presentar  problemas de memoria y  atención.

La risa patológica también es síntoma de algunas condiciones neuronales o físicas: trastorno del comportamiento, esclerosis múltiple, demencia frontotemporal y tumores.

Aunque es un padecimiento poco estudiado existen fármacos que pueden controlarlo, aunque regularmente  se opta por la neurocirugía.

Reír es parte de disfrutar la vida, pero para la próxima vez que lo hagas analiza los motivos qué te hacen reír.