Mala memoria no significa malas noticias

Un gran número de personas adultas mayores vive preocupado por la pérdida de memoria.

Cada día y con más frecuencia, cuesta trabajo recordar nombres, números u objetos y se vive con el temor de que se trate de la primera señal del Alzheimer.

Antes se creía que la pérdida de memoria y la confusión eran parte del proceso normal del envejecimiento, pero esto ya no es así.

Hoy en día, diversos estudios señalan que la mayoría de las personas se mantiene alertas y tiene un buen uso de sus facultades a medida que envejecen, aunque es posible que tome un poco más de tiempo recordar las cosas.

Los especialistas del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos (NIA, por sus siglas en inglés) indican que una combinación de pequeños ejercicios mentales, hábitos saludables y una alimentación sana, son la clave para ejercitar la memoria a cualquier edad, no sólo la de las personas adultas mayores.

Debe tomarse en cuenta que un envejecimiento exitoso, depende de la actitud de las personas hacia esta nueva etapa de la vida. Mantenerse sano es el primer paso para tener las mejores condiciones de salud y evitar los trastornos propios de un desarrollo accidentado.

Consejos para ejercitar la memoria

Resolver crucigramas y sudokus, memorizar la lista del súper o recordar los personajes de un libro o una película, son algunas de las muchas recomendaciones del NIA. Los expertos señalan que los datos se retienen más fácilmente si se escriben, por eso es aconsejable anotarlos o disponer de una agenda que nos recuerde tareas, actividades o citas.

Repasar la información en cuanto nos la hayan dado, e intentar recordarla luego de 24 horas y una semana después, es una manera de hacer gimnasia cerebral. Aprender técnicas de nemotecnia, esto es la asociación mental de ideas, esquemas, ejercicios sistemáticos o repeticiones, intentar recordar palabras raras o inusuales por la asociación con cosas sencillas, o conectar mentalmente con canciones o versos conocidos que tengan un significado especial, son otras formas de entrenar la memoria.

Los enemigos de la memoria

El alcohol, el tabaco y las drogas son los principales enemigos ya que favorecen la proliferación de los radicales libres e interfieren en la síntesis de neurotransmisores, lo que perjudica la actividad cerebral.

El estrés, la ansiedad o la depresión pueden hacer que una persona mayor se olvide de las cosas más frecuentemente. Sin embargo, estos olvidos son generalmente temporales y desaparecen cuando aquellos trastornos se superan.

En todo caso, si este estado de ánimo persiste durante largo tiempo, es importante buscar la ayuda de un profesional que indicará el tratamiento más adecuado y que puede incluir psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. Finalmente, la falta de descanso obstaculiza la asimilación y memorización de lo que hemos aprendido a lo largo del día, por eso es de vital importancia lograr un buen sueño.