Lado amargo de las bebidas endulzadas

Aunque es sano, a muchas personas no les agrada consumir agua natural y prefieren las bebidas azucaradas, que tienen un sabor más agradable pero que pueden dañar la salud.

Sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares son algunos de los padecimientos que desarrollan quienes consumen de manera excesiva refrescos, jugos altos en azúcar, leches saborizadas y otros productos similares, menciona Elvira Sandoval, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Súmale la caries, que ya es considerada un problema de salud pública en México”.

  ¿Qué cantidad se puede tomar sin afectar la salud?

Los nutriólogos recomiendan consumir el 10% del requerimiento energético total diario; es decir, si se lleva una dieta de dos mil calorías se pueden ingerir 200 calorías obtenidas de estas bebidas.

Es necesario adquirir el hábito de cambiar las bebidas altas en azúcar por otras más nutritivas,  así como realizarse chequeos periódicos, mediciones de cintura y de peso, además de estar atento a las cantidades de alimentos que se ingieren.

En el caso de los niños lo ideal sería frenar el consumo excesivo de azúcar, no solo la ingesta de dulces y caramelos, sino también de los refrescos y otras bebidas similares.

“Las que dicen tener frutas, aunque parecen inofensivas a largo plazo son nocivas para la salud”.

La especialista aclara que la obesidad y la diabetes no solamente son ocasionadas por el consumo desmedido de bebidas azucaradas, sino también por el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios. La carga genética también influye.