¿Eres perfeccionista? Tus párpados te lo dicen

¿Sabías que tus párpados revelan cosas de ti que no te imaginarías? Muchas veces pensamos que los párpados se caen por causas de la edad. Efectivamente, la piel va perdiendo su tono muscular por factores como la alimentación o el sol, pero existen personas muy jóvenes con esta característica que no deberían de tener esa flacidez en el área.

En comunicación facial, el hecho de que el párpado que no se mueve caiga sobre el que sí abultándolo ligeramente, tiene un significado que nos invita a tomar medidas al respecto al momento de vivir el día a día.

  ¡Usa el lado positivo!

El párpado caído corresponde a una persona autoexigente y perfeccionista. Es muy probable que la persona haya vivido bajo reglas muy rigurosas o bien estándares muy altos a cumplir y eso la haya llevado a volverse así.

Si lo vemos fríamente, claro que tiene sus ventajas; pero hay que considerar que todas las facciones del rostro van a tener su parte positiva y negativa.

La parte negativa que se vincula a esta facción es la exigencia con otras personas y en casos muy extremos se materializa con la poca capacidad de disfrutar las cosas porque no están perfectas o como las había visualizado.

En la parte positiva, buscará siempre la mejora continua, querrá superarse cada día más y en sí estará en una eterna búsqueda vivencial de su propia definición de perfección.

Si eres una persona que tiene un párpado así, te invito a que reflexiones cómo estás ejerciendo esa autoexigencia ¿en positivo? o ¿en negativo? ¿Cómo la trasladas con tu hijo? ¿Cómo la llevas con otras personas de tu entorno? ¿Cómo la llevas contigo mismo?

Por ello, aquí te pongo algunos consejos que te ayudarán a “sacarle jugo” a ese párpado caído:

1. Sé más tolerante con los demás. Recuerda que cada persona tiene su forma de ver la vida y todas esas visiones son igual de válidas.

2. Si quieres que los demás logren resultados determinados, establécelos de una manera clara. ¡Recuerda que tienen que ser alcanzables!

3. ¡No seas tan exigente contigo! Somos los peores jueces con nosotros mismos. Si vas a evaluarte, hazlo con amor.

4. ¡Goza!, aunque a veces no vayan las cosas conforme a tus expectativas.

¿Tienes los párpados caídos? ¡Cuéntanos tus historias para que nos ayuden a mejorar! ¡Gracias por compartirla!