Efectos de la polio en la familia y amistades

La Organización Internacional Post-Polio Health (PPHI, por sus siglas en inglés) preocupada por el impacto de la poliomielitis en el entorno familiar y social del paciente, hace una serie de recomendaciones para hacer más incluyente y llevadera la vida de aquellas personas sobrevivientes a la poliomielitis.

Entender y aceptar lo que representan los efectos tardíos de la polio, no es fácil. La gente que sobrevive a la polio experimenta sentimientos de culpa; teme ser una carga o puede sentir tristeza por la recaída en su salud.

La familia puede sentir resentimiento por las nuevas responsabilidades que deben asumir. Lo importante, dice la comunidad de especialistas, es abordar las preocupaciones como un equipo, entre paciente, familia y amistades, que también incluya a profesionales de la salud.

El haber permanecido hospitalizado o aislado por meses y estar en terapias de rehabilitación constantes, afectan la autoestima y la manera de relacionarse con el resto de la gente.

Qué hacer para recuperarte

Los recuerdos de la polio también varían, dependiendo de lo agudo de la infección o la edad en la que fue adquirida. Aquellas personas sobrevivientes que sufrieron polio cuando eran infantes quizás pueden no tener recuerdos conscientes de la enfermedad o de la rehabilitación.

Sin embargo, hay quienes recuerdan vivamente el dolor y la parálisis de la infección aguda y sus tratamientos médicos. El conocimiento de la enfermedad y de los efectos tardíos de la misma, deben ser conocidos por la familia, los compañeros de escuela y las amistades.

Por ejemplo, si se trata de un sobreviviente de polio que experimenta el síndrome post polio (SPP), se debe saber que los nuevos problemas que la persona enfrenta no son causados primordialmente por el virus, sino que se trata de trastornos secundarios como consecuencia de haber tenido polio.

Importancia de la revisión médica

Post-Polio Health International recomienda que quienes sean sobrevivientes de polio se hagan exámenes médicos anuales y que aquellos que estén sufriendo síntomas de debilidad, dolor, fatiga y problemas respiratorios obtengan una evaluación neuromuscular exhaustiva.

Algunos pacientes se rehúsan a buscar atención médica y evaden la visita a un médico porque tienen malos recuerdos de la enfermedad, o están convencidos que ningún médico entenderá los efectos tardíos.

La responsabilidad del médico será enfrentar todas estas quejas en forma metódica y no considerarlas como simples señales de envejecimiento.