Diabetes aumenta en mujeres mexicanas

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J. Manuel Reyes

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

05-11-2013

México ocupa el sexto lugar entre los países con diabetes, según la Federación Internacional de Diabetes, debido a que  calcula que 10 millones 603 mil personas viven con esta enfermedad, lo cual representa una prevalencia de 14.99% en la población, así como una mayor detección entre mujeres.

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) 2012, 9.2% de los mexicanos  (6.4 millones de personas) han sido diagnosticados con este padecimiento, de manera particular una mayor cantidad de mujeres con diabetes; sin embargo, explica la doctora Guadalupe Fabián San Miguel, Directora Médica de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), “se calcula que por cada individuo que sabe que vive con diabetes, otro lo desconoce, por lo cual este porcentaje podría duplicarse”.

 

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  Mayor prevalencia en mujeres

 

La proporción de mujeres con diabetes en nuestro país aumentó, principalmente entre quienes tienen más de 50 años, entre 19.4% y 21.5%, de 2006 a 2012, según ENSANUT. Lo anterior se debe, según Fabián San Miguel, a que las mujeres tienen mayor prevalencia durante el embarazo y la menopausia, en comparación con los hombres.

 

“Durante el embarazo es alto el riesgo de diabetes gestacional, la cual si bien desaparecer luego del mismo, prevalece la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2, además de que el producto o bebé podría presentar hipoglucemia. Asimismo, en la menopausia, se ha detectado un incremento de casos”, explica la especialista de la FMD.

  Detección y educación

 

Una buena educación respecto a la diabetes, así como su detección oportuna y un control adecuado de la misma, permiten disfrutar de una buena calidad de vida; en cambio, si el diagnóstico se hace cuando los niveles de glucosa se han mantenido elevados por mucho tiempo, los daños pueden ser irreversibles e incluso fatales.

 

Estas consecuencias incluyen amputaciones, afecciones visuales, daño renal irreversible y enfermedades cardiovasculares, entre otras, que a su vez pueden provocar ausentismo laboral y discapacidad, lo cual también afecta la economía personal y social.

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