¿Cómo saber si tienes buenas ideas?

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Swagger

POR: Swagger

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22-07-2015

Todos los seres humanos somos capaces de visualizar objetivos, metas, planes y trazar el camino para convertirlas en realidad, pero qué tan viables son, ¿cómo puedes identificar si tus ideas son buenas o no?

 

De repente, ¡PUM!, se te ocurrió una gran idea para poner en marcha y solucionar un gran problema. En pocos minutos o segundos –quizá– te imaginaste cómo podrías seguir adelante con ella y hacerla escalable; quizá ya concebiste algunos socios y aliados, y dijiste “ya me vi…”, pero lo cierto es que del dicho al hecho hay mucho trecho

 

Hoy queremos ayudarte a que le bajes el ritmo a tus pasos porque hay algunas cosas que debes saber sobre las ideas (y los negocios).
Siempre hay que mejorar

 

En un rápido monitoreo en el sitio Quora descubrimos este gran consejo sobre las ideas: Carlos del Carpio, emprendedor, comentó una anécdota del fundador de Dropbox

 

"Cuando el fundador de Dropbox describió su proyecto a un inversor, éste le dijo: ‘Hay muchas compañías similares allá afuera haciendo lo mismo, ¿por qué habría de invertir en una igual?’ Drew Houston le contestó: ‘Sí, hay muchas similares, pero, ¿usted utiliza alguna de ellas?’. ‘No, porque son malas’, le respondió el inversor; entonces Houston contestó: ‘Ok, eso es lo que Dropbox quiere solucionar’”.

 

La moraleja de la anécdota (que no sabemos qué tan real es) es que en un principio debes preguntar a tus potenciales clientes sobre tu idea para ver qué tan viable es; sin embargo, lo más significativo es que no importa si una idea ya existe, siempre y cuando se pueda mejorar.

 

¿En verdad pretendes ser original?

 

Esto nos lleva a un segundo punto: imagina cuánta gente hay en el mundo, ¡somos 7,000 millones!, y se estima que cada persona tiene de 50,000 a 70,000 pensamientos al día. Entonces, bajo esa perspectiva, sí, probablemente tu idea ya existe y no, tu idea no vale nada.

 

Lo sentimos...

 

Las personas tenemos ideas todo el tiempo, lo que cuenta es la capacidad de implementar esa idea de forma exitosa (esto quiere decir escalable) en un mercado o problema que demanda una solución.

 

Louis Leone, otro emprendedor, también cree que es mejor que ‘tomes’ una idea y la ejecutes mejor que los demás.

 

Así que si te preocupa el hecho de que la idea exista o no, entonces no te estás enfocando realmente en un problema, sino en la vanidad de ser ‘original’.

 

Para remediarlo, puedes pensar en empresas exitosas como Facebook, que tenía como antecedentes a Myspace y Hi5, o incluso en Netflix, que sólo adaptó la tecnología a algo que ya se hacía: ver películas en casa por un módico precio (particularmente este ejemplo podría parecer ser muy original pero en realidad no lo es).

  Las ideas vienen en 'paquetes' diferentes

 

Finalmente, esto nos lleva a un tercer punto que puede incluso iniciar un debate: ¿Ser o no ser?, ¿existe la originalidad o es sólo adaptabilidad? Para Sherwood Botsford, entusiasta de Quora, las ideas pertenecen a diferentes categorías:

 

Las ideas que ya existen pero que son mejores que las actuales. Es como vender ratoneras: el mercado ya existe, ahora sólo hay que convencer a la gente de que la tuya es más barata y más eficaz. El ejemplo real es que Google hizo una mejor trampa para ratones que Altavista.

 

Las ideas que no tienen mercado (pero que son muy buenas). Aquí caben cosas como el iPod y, ahora, el iWatch de Apple. ¿Resuelven una necesidad vital? No, pero parten de una necesidad creada a partir de otros productos o servicios. Cualquiera puede vivir sin esos dos gadgets y no pasará nada. Los predecesores podrían ser los automóviles y los televisores.

 

Ideas que necesitan todo un plan de marketing. En esta categoría están las nuevas religiones o sectas, las nuevas filosofías, planes de pérdida de peso o cualquier otro tipo de movimiento que para ser sostenible requieran de la venta de productos (merchandise, guías, libros, ropa, por ejemplo).

 

Ideas ‘disruptivas’. La palabra lo dice, es hacer lo mismo pero de forma radical; un buen ejemplo son los nuevos materiales de construcción o las nuevas técnicas para cualquier cosa. Por ejemplo, estas casas en forma de cápsula; finalmente son casas y cumplen con la misma función que cualquier otra, pero las puedes transportar y además son ecológicas.

 

Las invenciones. Quizá esta es la verdadera originalidad. Es la sinergia inteligente de las tecnologías existentes, donde cada una se beneficia de la otra y suelen ser difíciles de vender o de creer. Ejemplos hay muchos: el foco, las computadoras, el teléfono… todos ellos inventos en sus tiempos, pero resultados de técnicas, tecnología, mentes maestras y muchos años de búsqueda.

 

Entonces, ahora que ya hemos debatido tres temas importantes sobre las ideas:

 

  1. No importa si una idea ya existe, siempre y cuando se pueda mejorar
  2. La idea por sí misma no vale nada, lo que cuenta es la capacidad de implementarla de forma exitosa
  3. Existen diferentes tipos de ideas y distintas formas de desarrollarlas

 

Lo que queda es dejar a un lado el frenético deseo de ser el primero –porque esto no es una carrera– y mejor comenzar a trabajar en ellas, de modo que en verdad solucionen un problema, necesidad o se adapten a nuestros nuevos estilos de vida.

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