Adicto a los cigarrillos

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Cuando fumas un cigarrillo, la nicotina entra al torrente sanguíneo y llega directo al cerebro en segundos.
Cuando fumas un cigarrillo, la nicotina entra al torrente sanguíneo y llega directo al cerebro en segundos.
Mariana Peña

POR: Mariana Peña

Somos el sitio líder de estilo de vida en México y América Latina. Sumamos a los mejores expertos, para mejorar tu calidad de vida.

21-07-2010

Una persona se vuelve adicta a los cigarrillos debido a la rápida acción de la nicotina en los centros de placer del cerebro. Cuando fumas un cigarrillo, la nicotina entra al torrente sanguíneo y en 15 a 20 segundos comienza a trabajar en el cerebro.

 

La nicotina se une a los receptores de la acetilcolina, que es un neurotransmisor. Esto causa un cambio en las paredes celulares que permiten a los iones de calcio o de sodio entrar en la célula y provocan que los neurotransmisores del cerebro se liberen. Estos afectan el estado de ánimo y comportamiento. La dopamina produce sensaciones de placer y disfrute. La serotonina ayuda a moderar el estado de ánimo y controla el apetito. El ácido gamma-aminobutírico (GABA) produce un efecto calmante que reduce la ansiedad.

 

Fumar es un medio artificial que provoca una sensación de placer, tranquilidad y una moderación de su estado de ánimo. Debido a estos efectos positivos y la velocidad con la que están asociados con el consumo de nicotina, el fumar es altamente adictivo.

 

Un fumador ocasional o social, puede comenzar a usar los cigarrillos como un medio para hacer frente a las tensiones de la vida cotidiana y puede cambiar de fumador social a fumador habitual. Una vez que comienza a fumar varios cigarrillos al día, la nicotina estimula constantemente su cerebro, las 24 horas del día y lo vuelve psicológicamente adicto a los efectos positivos de la nicotina.

 

Después de fumar durante varios años, comienza a ocurrir una transición en el mecanismo de la adicción: el cerebro se acostumbra a la presencia de la nicotina y se modifica físicamente al aumentar la concentración de la misma y cada vez requiere de una mayor cantidad para funcionar correctamente. Es decir, el cerebro se vuelve dependiente de la nicotina para las funciones normales, lo que produce tolerancia a la nicotina.

 

Síntomas de abstinencia

 

Cuando el cerebro es incapaz de obtener la cantidad necesaria de nicotina, experimenta síntomas de abstinencia, que incluyen irritabilidad, inquietud, dificultad en llevarse bien con la familia y amigos, insomnio, ansiedad, depresión, hambre, dificultad para concentrarse y letargo.

 

La mitad de la nicotina en el organismo se metaboliza y se desecha cada 2 horas. A medida que disminuye el nivel de nicotina, los síntomas de abstinencia aparecen y la única forma de aliviarlos, es con otra dosis de nicotina. Ahora fuma, no por placer, sino para eliminar los síntomas de abstinencia.

 

Como cualquier adicto, el fumador a menudo necesita su primera dosis de nicotina tan pronto como sea posible. Muchos fumadores encienden su primer cigarro, dentro de los 5 minutos después de despertar.

 

Durante todo el día, necesitan dosis adicionales de nicotina, generalmente cada par de horas y a menudo están dispuestos a dejar la comodidad y afrontar el frío, lluvia o calor sofocante para conseguir la siguiente dosis de nicotina. Cuando esto ocurre, están definitivamente en la segunda etapa de la adicción a la nicotina.

 

En general, el tabaquismo comienza como una adicción psicológica a los efectos positivos de la nicotina en el cerebro. Pero, debido a que el cerebro se adapta a la nicotina, la adicción de fumar se vuelve un medio para prevenir los efectos negativos del síndrome de abstinencia.

 

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Lo que pasa en la red