Pierde grasa y peso con pastelillos

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Sin embargo, se debe llevar una dieta balanceada y sana.
Sin embargo, se debe llevar una dieta balanceada y sana.
Deya Cano

POR: Deya Cano

Editora en jefe de Salud180. Egresada de la Septién. Le encanta correr, practicar yoga y ama los perros. Adicta al café y al chocolate.

10-11-2010

Mark Haub, un profesor de nutrición humana de la Universidad Estatal de Kansas, se comió durante 10 semanas un pastelillo cada tres horas, en lugar de las comidas. Para agregar variedad en su flujo constante de botanas dulces, Haub también comió frituras como, cereales azucarados y galletas de chocolate.



Pese a este desajuste nutricional, ya que los nutrientes que consumió el profesor son bajos, logró bajar de peso. La explicación es que para perder peso lo que se necesita es contar las calorías y no el valor nutricional de los alimentos.

Y comprobó su teoría: perdió 12 kilos en dos meses.

Para un proyecto, Haub se limitó a comer menos de mil 800 calorías al día. Un hombre de su peso y tamaño –previo a la dieta– usualmente consume alrededor de 2 mil 600 calorías al día. Así que siguió un principio básico para perder peso: consumió significativamente menos calorías de las que quemó.



Su índice de masa corporal pasó de 28.8, considerado sobrepeso, a 24.9, que es normal. Ahora pesa 79 kilogramos.

El colesterol “malo” de Haub cayó 20% y su colesterol “bueno” aumentó 20%. Redujo el nivel de triglicéridos, que son una forma de grasa, en 39%.



“Ahí es cuando uno se empieza a rascar la cabeza preguntándose: ¿Qué significa? ¿Significa que estoy más sano? ¿O significa que en la forma en que estamos definiendo la salud desde una perspectiva biológica nos está faltando algo?”, comentó Haub.

Todo con moderación

A pesar de su éxito temporal, Haub no recomienda replicar su dieta centrada en pastelitos y botanas: “No estoy orientado a decir que esto sea algo bueno para hacer”, dijo. “Estoy en mitad de camino. Supongo que esa es la parte frustrante. No puedo dar una respuesta concreta. No hay suficiente información para hacerlo”.



Dos tercios de su alimentación total provinieron de comida chatarra. También tomó una píldora multi-vitamínica y bebió un batido de proteínas todos los días. Y comió vegetales, típicamente una lata de frijoles verdes y tres o cuatro tallos de apio.



Las familias que viven en desiertos tienen acceso limitado a frutas y vegetales frescos, así que con frecuencia recurren al tipo de comida que Haub estuvo comiendo.



“Esas comidas son consumidas por muchas personas”, dijo. “Puede ser un asunto del tamaño de las porciones y de moderación en lugar de una eliminación total de esos productos en la dieta. Simplemente pienso que es irreal esperar que las personas vayan a abandonar completamente esas comidas por vegetales y frutas. Puede ser saludable, pero no realista”. Fuente CNN.

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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